Un cóctel populista para ganar audiencia y recuperar el brillo perdido de los Oscar
- El gancho consiste en taquillazos y 10 nominaciones a mejor película
- Se completa con presentadores populares y poda de presentaciones
- Sigue la retransimisón de la alfombra roja desde las 00:30 en rtve.es
Ver también: Ver también: Especial Premios Oscar 2010 | Todos los nominados a los Oscar 2010
Esto es Hollywood. Esto es show business. Y como en cualquier negocio, aunque sea de entretenimiento, se trata de ganar dinero. La gala de los Oscar es un espectáculo televisivo que se retransmite en directo a más de 200 países. El baremo de la caja registradora es la audiencia. Y va de capa caída en este siglo.
El año pasado, unos 32 millones de personas siguieron la ceremonia en Estados Unidos. Poco comparado con el pico logrado en 1998, que obtuvo un récord de 55 millones con las 11 estatuillas de Titanic. La receta para arrasar está ensayada y se basa en la fórmula de ese año: conjugar éxitos de público con presentadores populares.
El caramelo de 'Avatar'
El gancho en esta 82ª edición es Avatar, la película más taquillera de la historia, del mismo director de Titanic, James Cameron. Y para potenciar su atractivo, la Academia de Hollywood ha duplicado el número de candidaturas a mejor película. Ahora son diez.
Favoritas del público como The Blind Side y Up o cintas menos comerciales y más del gusto de la crítica como En tierra hostil, An Education y Un tipo serio. Pasando por independientes palomiteras como Malditos bastardos, de género, District 9, y porno para los pobres, Precious.
Los productores aseguran que las diez serán tratadas por igual en la gala. Lo cierto es que sólo cinco de ellas compiten por la estatuilla a mejor director. Y rara vez ha habido discrepancias entre las dos categorías. En 81 años, sólo en 21 ocasiones.
Y puede haber sorpresas en la vencedora. Los 5.777 miembros de la Academia entregan este martes sus votos. La novedad es que deben ordenar sus preferencias. Y una cinta con muchas votaciones como segunda opción puede batir a otra en primera.
El cóctel está diseñado para satisfacer todos los gustos y no caer en el error de la edición anterior, en que muchos no habían visto la cinta ganadora: Slumdog millionaire.
El gancho se completa con dos estrellas para conducir la gala, Alec Baldwin y Steve Martin, un tono más populista, purga de tiempos perdidos, sorpresa no desvelada y pequeños ajustes: la ceremonia se ha retrasado dos semanas para no coincidir con los Juegos de Invierno de Vancouver.
Acabar con los tiempos muertos
Cuando le preguntaron a los productores de la gala, Mechanic y Shankman, si serían capaces de hacerla en tres horas, respondieron con desparpajo: "en dos". Es imposible. Tienen que comprimir la alfombra roja, 24 estatuillas y 197 nominados en un espectáculo de siete a once de la noche en Los Ángeles, madrugada del próximo lunes en España.
Sin contar las pausas publicitarias, cada categoría dispones de cuatro minutos y medio, lo que suma una hora y 48 minutos. Eso si los discursos de agradecimiento no se desmadran. Hay que añadir otros 31 minutos para los 13 números, entre musicales y gags.
Con estos mimbres, Mechanic y Shankman han podado todo lo redundante. Su obsesión ha sido deshacerse de aquello a lo que nadie presta atención. Después de repasar las ediciones anteriores, han descubierto que el lastre está en las presentaciones de las presentaciones. Se comen todo un cuarto de hora.
Más discutible es la eliminación del Oscar honorario. Ha sido desterrado a una ceremonia aparte en el mes de noviembre.
Otra diferencia es que esta edición no contará con línea narrativa. El año pasado fue el proceso productivo cinematográfico.
Tampoco se dedicarán los números musicales a las candidatas a mejor canción. Lo que no se sabe es cuál será la sorpresa: "se verá algo que nunca se ha hecho hasta ahora", dice Shankman. En este mundo se llama teaser y no será un avatar teledirigido.
Un tono más populista
Si el año pasado apostaron por los musicales y Hugh Jackman, esta vez es la comedia y el glamour de siempre. Al frente está el tirón humorístico de Alec Baldwin y Steve Martin, que tendrán que compensar la ausencia de unidad narrativa.
Contarán con la ayuda de Ben Stiller -el cómico de mayor éxito en EE.UU. que ya ha aparecido cinco veces en los Oscar-, Steve Carell -que lo ha hecho tres-, Tina Fey -debutó el año pasado- y Jason Bateman -actor de Juno, Todo incluido y la nominada Up in the Air-.
El controvertido actor británico Sacha Baron Cohen -conocido por películas políticamente incorrectas como Borat o Bruno-, se ha caído en el último momento de la lista ante la posibilidad de que un gag resultase ofensivo para Cameron.
Hay más concesiones a la galería, como la participación de ídolos adolescentes de la Disney y de la saga Crepúsculo: Miley Cyrus, Zack Efron, Taylor Lautner, Kristen Stewart.
Y por supuesto, las apuestas seguras en cualquier presentación. Los actores Kate Winslet y Sean Penn están confirmados, igual que los españoles Penélope Cruz -nominada por Nine- y Pedro Almodóvar, que compartirá escenario con su alter ego norteamericano, Quentin Tarantino, para entregar el galardón a mejor película de habla no inglesa.