Alemania avisa de que no dará "ni un céntimo" a Grecia, donde arrecian las huelgas
- Ambiente tenso horas antes de la reunión entre Papandreu y Merkel en Berlín
- El primer ministro reitera que no pide ayuda, sino apoyo contra la especulación
- Las protestas contra los recortes fiscales paralizan Atenas y gran parte del país
La crisis fiscal griega alcanza este viernes nuevas cotas de tensión, con el Gobierno socialista que lidera Giorgios Papandreu atrapado entre la desconfianza de los Gobiernos y los mercados internacionales y el rechazo de los griegos a las medidas de ajuste del gasto, que se materializa en una serie de huelgas que prácticamente han paralizado Grecia.
“El Gobierno alemán no tiene intención de dar ni un céntimo“
Papandreu inicia hoy una gira internacional con el fin de recuperar la credibilidad financiera de su país visitando en Berlín a la canciller alemana, Angela Merkel. La recepción no será muy amistosa: "El Gobierno alemán no tiene intención de dar ni un céntimo" a Grecia, ha subrayado el ministro alemán de Economía, el liberal Reiner Bruederle.
Merkel, menos drástica, ha aclarado de antemano que la reunión con Papandreu no tiene como fin preparar ningún paquete de ayudas económicas para Grecia, sino estudiar las últimas medidas adoptadas por Atenas y dejar claro que a nivel gubernamental las relaciones son buenas -"Alemania estará junto a Grecia", ha declarado poco antes del encuentro-, pese a ciertas asperezas exacerbadas por los medios de comunicación.
En concreto, el semanario alemán Focus publicó una portada en la que se mostraba a la Venus de Milo con el dedo corazón en alto y un titular que decía "Estafadores en la familia del euro". Los medios griegos han contestado con recuerdos sobre el pasado nazi de los alemanes, alimentando una guerra de titulares que ambos mandatarios quieren zanjar.
Respaldo frente a los especuladores
En cualquier caso, el primer ministro griego ha insistido en una entrevista en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung que su país no reclama ayuda financiera, sino respaldo: "Todo lo que necesitamos es apoyo, apoyo europeo para obtener créditos con condiciones aceptables. Si no recibimos esta ayuda, no lograremos llevar a la práctica los cambios que nos hemos propuesto hacer", subraya Papandreu.
“Necesitamos el apoyo de nuestros socios de la UE para conseguir créditos“
"Necesitamos el apoyo de nuestros socios de la UE para conseguir créditos en los mercados con mejores condiciones. No digo que nos tengan que dar las mismas condiciones que tiene Alemania, pero mejores que ahora sí", insiste el primer ministro. Papandreu recuerda que para los bonos a 10 años que acaba de emitir Grecia (por 5.000 millones de euros) el Estado deberá pagar 750 millones más en intereses que lo que tendría que abonar Alemania.
"Eso no lo puede soportar ningún país en la Unión Europea. Así no podremos recuperar competitividad nunca, por el contrario", añade el líder socialista, quien considera que todos los esfuerzos emprendidos precisamente para recuperar competitividad quedarían anulados por culpa de la especulación.
"Mientras que nosotros recortamos los salarios y pagas de muchos ciudadanos de nuestro país, los especuladores que juegan con la economía griega, ganan miles de millones", critica Papandreu, que el domingo viaja a París para ver a Nicolas Sarkozy y el lunes a Washington para hablar con Barack Obama.
Grecia, paralizada
Mientras Papandreu lleva a cabo su gira, el Parlamento griego ha aprobado este viernes el segundo plan de medidas de ajuste, presentado el pasado miércoles, que ha sido bien acogido por los organismos internacionales y los mercados -la demanda para la citada emisión de bonos ha triplicado la oferta-, pero muy mal recibido por los griegos, que se han echado a las calles para protestar.
En torno a 10.000 manifestantes se han congregado en el centro de Atenas y de Salónica desde la mañana convocados por el sindicato comunista Pame, mientras que a mediodía comienzan las protestas convocadas por el sindicato de funcionarios, Adedy, y el del sector privado, GSEE.
En las marchas se han registrado varios incidentes, ya que, según fuentes sindicalistas, un grupo de unos 300 radicales armados con piedras y maderas arremetieron contra miembros del partido parlamentario Coalición de Izquierda (Syriza) para evitar que desplegaran una pancarta en el monumento de la tumba al soldado desconocido, enfrente del Parlamento. Un dirigente sindical ha sido, además, agredido por un grupo de jóvenes.
Los transportes, tanto terrestres como aéreos, sufrían graves perturbaciones desde primera hora del día, con más de 20 vuelos cancelados y grandes atascos en la capital -donde apenas funciona el transporte público-. Los medios de comunicación públicos no emiten noticias, mientras que los privados pararán dos horas, y los centros escolares permanecerán cerrados.
“Los sindicatos han convocado una nueva huelga general el 11 de marzo“
La contestación en la calle contra las medidas de ajuste, que Papandreu ha calificado de "injustas, pero imprescindibles", seguirán la próxima semana, con diferentes paros sectoriales y una nueva huelga general convocada para el próximo 11 de marzo.