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El ministro de Defensa italiano pierde los papeles ante un periodista crítico con Berlusconi

  • Un periodista freelance interrumpe el turno de preguntas a 'Il Cavaliere'
  • El ministro de Defensa de Berlusconi se lanza sobre él encolerizado

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Tensa comparecencia pública de Berlusconi

El ministro de defensa italiano es un hombre de ojos encendidos como bengalas en una noche de desembarco de marines. Ignazio La Russa escuchaba la rueda de prensa en la que Silvio Berlusconi ha denunciado que sus listas están excluidas en la región de Lazio por una confabulación jurídico-radical.

Era el turno de preguntas y un freelance no quería esperar su turno. Y ha empezado a realizar en alto sus reflexiones obstaculizando el trabajo de otros colegas. El hombre no callaba y ha merecido de Berlusconi calificativos como villano, izquierdista y antidemocrático antes de que le dijera que comprendía su enfado.

"¿Y sabe por qué? Porque creo que cada mañana se va a peinar delante del espejo, se ve y ya se ha arruinado la jornada". Pero mientras Il Cavaliere trataba de aplacar su ira arrojando palabras, el ministro de defensa corría hacia el insurrecto armado con sus propios puños.

El minsitro, además de ojos exaltados tiene la voz áspera como el cachete de un guante con púas. Ha conminado a unas periodistas a que se levantaran para situarse al lado del boicoteador y demostrarle que con él no se juega. Algunos gritos, unos zarandeos y todo terminado.

El ministro demuestra que sus modales no visten de traje y el periodista afiliado a los radicales aprovecha el golpe para denunciarle por agresión. La sangre no ha llegado al río pese a que alguno esgrimía miradas de exterminador...