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El enviado de EE.UU. regresará a Oriente Medio el domingo tras minimizar Obama la crisis

  • El presidente estadounidense califica de 'peligrosos' los planes de Israel
  • Para EE.UU., 'La seguridad de Israel es de interés vital'

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Obama ha negado una profunda crisis con Israel
Obama ha negado una profunda crisis con Israel

Para el el presidente Barack Obama los planes israelíes sobre las nuevas construcciones en Jerusalén Este son 'peligrosos' y las relaciones con el país no están en crisis. 

Por ello, el enviado especial estadounidense a Oriente Medio, George Mitchellllegará a Ramala el próximo domingo tras haberse suspendido su visita debido a los últimos acontecimientos.

Se esperaba la visita de Mitchell para esta semana en Israel y en Cisjordania para lanzar negociaciones indirectas, denominadas " negociaciones de proximidad ", entre israelíes y palestinos.

A pesar de que estas dos últimas semanas se ha estado calificando las relaciones entre los dos históricos aliados como 'las peores en 35 años', tal y como había declarado el embajador de Israel en EE.UU. , para el presidente estadounidense la situación no es tan fatídica. Ya que, según ha declarado, 'En algunas ocasiones los amigos tienen discrepancias'.

'Creo que la construcción de nuevos asentamientos no ayuda a la seguridad de Israel. Pienso que dificulta la paz con sus vecinos. Disgusta a los palestinos de una forma que podría terminar siendo peligrosa', ha confesado Obama en una entrevista para la cadena de televisión Fox News.

'La situación en el Oriente Medio es muy difícil y lo he dicho reiteradamente y lo vuelvo a decir: la seguridad de Israel es de interés vital para Estados Unidos y seguiremos garantizando su seguridad', ha reiterado Obama.

Las relaciones Estados Unidos - Israel

El conflicto entre los dos países comenzó con el anuncio, la semana pasada, por parte de Israel de la construcción de nuevos asentamientos justo cuando recibía la visita del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, que acababa de anunciar el diálogo indirecto entre Israel y Palestina, mediado por los estadounidenses.

Los nuevos asentamientos se levantarán en una zona de Jerusalén que los palestinos consideran como su capital.

El anuncio desató duras críticas del gobierno estadounidense y hasta fue calificado como 'un insulto' por parte del el asesor político de la Casa Blanca, David Axelrod,

Quien, además, añadió que el anuncio pareció haberse hecho con la intención de socavar futuras negociaciones con los palestinos.

'En un momento en que estamos trabajando para relanzar las negociaciones, estas medidas dificultan nuestros esfuerzos por tener éxito. Ninguna de las partes deberían involucrarse en esfuerzos que pudieran perjudicar unilateralmente las negociaciones', destacó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Gibbs, además, destacó la opinión estadounidense: 'Nuestra posición es clara: el estatus de Jerusalén...debe resolverse mediante negociaciones entre las partes'.

Tras el 'Día de la Ira'

El pasado martes Hamas hizo un llamamiento a la población palestina. El anuncio de nuevas construcciones, el bloqueo de Cisjordania, la inauguración de una sinagoga en Jerusalén Este y la ruptura del diálogo, hicieron que el grupo denominara al 16 de marzo el 'Día de la ira', en el que medio centenar de personas resultaron heridas.

A pesar de que las autoridades judías hablaban de 'calma total' el pasado miércoles,  la Autoridad Nacional Palestina desplegaba sus fuerzas y Hamas llamaba a una nueva intifada y a atentar contra Israel.

Según informaba el pasado miércoles el corresponsal de RNE en la zona, Paco Forjas, la tranquilidad no había regresado a Israel. De hecho, 3.000 soldados israelíes vigilaban la zona para evitar nuevos enfrentamientos.

Por otro lado, en medio de la crisis, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, refirmaba que las construcciones de nuevas casas no iban a cesar.