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El juez más progresista del Supremo estadounidense anuncia su retirada

  • John Paul Stevens, de 90 años, dejará el cargo en otoño
  • Obama tendrá la oportunidad de escoger al segundo juez en su mandato
  • Su marcha no afectará al equilibrio entre progresistas y conservadores

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John Paul Stevens, el juez de mayor edad y el más progresista de los nueve magistrados del Tribunal Supremo de EEUU, ha anunciado su intención de retirarse once días antes de celebrar su 90 cumpleaños.

Su decisión dará al presidente estadounidense, Barack Obama, la oportunidad de elegir otro miembro para el Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial del país, que tiene la última palabra en temas tan controvertidos como la pena de muerte o el aborto.

Sin embargo, su partida no alterará el equilibrio de fuerzas en el Supremo, dividido entre cuatro progresistas, cuatro conservadores y un juez bisagra que suele votar con el bando conservador.

Obama seleccionó el año pasado a la magistrada de origen hispano Sonia Sotomayor para sustituir al juez David Souter, que se jubiló en junio del año pasado a los 69 años.

Relevo en octubre

Stevens ha declarado que dejará su puesto cuando acabe el período de sesiones del Tribunal, que tendrá lugar a finales de junio o principios de julio.

Expresó su deseo de que su sucesor sea confirmado por el Senado antes del comienzo del período de sesiones del Supremo, que arranca en octubre.

"Tras haber concluido que sería en el mejor interés del Tribunal el que mi sucesor esté nombrado y confirmado bastante antes del comienzo del próximo período del tribunal, debo de retirarme del servicio regular activo" como juez del Supremo, ha declarado Stevens en una carta enviada al presidente Obama.

Las especulaciones sobre la posible partida de Stevens comenzaron a mediados del año pasado, cuando Stevens, que al igual que la mayoría de los jueces contrata a sus asistentes con un año de antelación, indicó que sólo tenía uno para el otoño del 2010, en lugar de los tres o cuatro habituales.

Natural de Chicago, Stevens fue designado para el cargo por el presidente Gerald Ford (1974-77).

Candidatos

El presidente estadounidense designa a los jueces del Supremo, cuyo nombramiento tiene que ser confirmado posteriormente por el Senado.

Los demócratas tienen una mayoría de 59 a 41 en la cámara alta, por lo que en teoría no tendrían problemas para escoger a un candidato. Sin embargo, los republicanos no han descartado realizar maniobras dilatorias.

Los tres candidatos barajados por Obama para sustituirlo son:

Elena Cagan,  la procuradora general ante el Supremo nombrada por Obama cuando llegó a la Casa Blanca, convirtiéndose en la primera mujer que ocupaba el puesto. Ex decana de la faculad de Derecho de Harvard, fue una de las finalistas en la anterior elección, antes de que Obama se inclinase por Sotomayor.

Otra candidata es Diane Wood, juez de apelación en Chicago, que conoce al presidente de Estados Unidos de su época en la escuela de leyes de la Universidad de Chicago. Una firme partidaria del derecho al aborto, también fue finalista en la anterior ocasión.

El último candidato sería Merrick Garland, de 57 años, un juez de apelación de Washington, aunque también procedente de Chicago como ObAma. Se le considera un juez moderado de opiniones templadas.

A favor de causas progresistas

El hueco que les dejará Stevens en la defensa de causas progresistas es muy grade. El juez se mostró a favor en la década de los 80 de prohibir la pena de muerte para los discapacitados mentales y los menores de 18 años en el momento de cometer el crimen, una visión que acabó imponiéndose.

Fue además uno de los primeros en defender los derechos de los homosexuales y jugó un papel fundamental en una decisión de 2003 que eliminó las legislaciones estatales que criminalizaban las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

Stevens, un veterano de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), jugo también un papel clave en cuatro decisiones que rechazaron la política del presidente George W. Bush (2000-2008) en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba) y que permitieron que los detenidos allí pudieran solicitar su liberación ante un juez federal de Estados Unidos.

El magistrado es el segundo de mayor edad en la historia del alto tribunal después de Oliver Wendell Holmes, que se retiró tan sólo dos meses antes de su 91 cumpleaños