Garzón dice al TS que ni ha pedido ni recibido dinero del Santander por los cursos de Nueva York
- El juez de la Audiencia ha declarado durante cuatro horas y media
- Es la segunda vez en menos de un año que declara como imputado
- Al llegar al Supremo ha sido recibido con gritos de "¡inocente, inocente!"
Ver también: El abogado de Garzón afirma que los actos de apoyo perjudican al juez
El juez Baltasar Garzón ha dicho ante el Tribunal Supremo (TS), donde ha declarado durante cuatro horas y media en calidad de imputado por prevaricación y cohecho, que ni ha pedido ni percibido cantidad alguna del Banco Santander durante su estancia en la Universidad de Nueva York y ha explicado cuales fueron sus honorarios.
Así lo ha explicado el abogado de Garzón, Enrique Molina, quien ha indicado que su cliente, que ha salido del TS pasadas las 15:30 horas sin hacer declaraciones, agradece al Supremo la oportunidad que tiene de "desmentir lo que son bulos infundados de orientación más calumniosa que de otro contenido". Garzón simplemente se ha limitado a contestar que "bien" cuando los periodistas le han preguntado por cómo había ido el interrogatorio.
Los artífices de la querella, los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, acusan a Garzón de haber cometido delitos de prevaricación y cohecho por no abstenerse en una causa contra el Banco Santander y su presidente, Emilio Botín, a pesar de que esta entidad bancaria subvencionó con 302.000 dólares los cursos que impartió en el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York entre los años 2005 y 2006.
Molina ha explicado que el magistrado ha desmentido ante el Tribunal Supremo las acusaciones formuladas contra él y ha asegurado que el patrocinio del Banco Santander fue gestionado exclusivamente por la Universidad de Nueva York sin su intervención.
Sobre el sueldo que percibió por los cursos, el magistado ha señalado durante su declaración que no percibió dinero alguno de las subvenciones del Santander y que sus honorarios eran sufragados directamente por la Universidad de Nueva York. "El patrocinio fue totalmente independiente de los honorarios", aseguró.
"Con absoluta independencia de estos honorarios existía un patrocinio del Banco Santander a unos cursos que organizaba la Universidad de Nueva York", ha añadido Molina, quien ha hecho hincapié en que Garzón no percibió cantidad alguna del Santander, "al cual ni pidió ni solicitó ninguna cantidad".
Garzón se negó a contestar a las preguntas formuladas por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, artífices de la querella que ha llevado al juez a declarar por segunda vez ante el Tribunal Supremo, al considerar que los escritos presentados contra él por los letrados son "absolutamente calumniosos".
La carta de Garzón a Emilio Botín
La querella de Mazón y Panea aportaba como una de las pruebas más relevantes las cartas en las que Garzón pidió, y posteriormente agradeció, al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, la financiación de los cursos de Nueva York; unas misivas en las que el magistrado utilizaba términos como "querido Emilio" o "te mando un gran abrazo".
El abogado de Garzón ha asegurado que en dichas misivas "se reconoce que por un lado está la gestión de los fondos por la Universidad y por otra parte lo que es el agradecimiento al patrocinador de los cursos por hacer viable los mismos, lo que no quiere decir que él recibiera cantidad alguna".
Al respecto, ha añadido que el juez de la Audiencia Nacional ha puesto de manifiesto "otros aspectos de las cartas que quizá intencionadamente los acusadores habían obviado".
Por su parte, el abogado José Luis Mazón ha dicho a Efe que el juez en su declaración "ha tergiversado el contenido de las cartas" y "ha cogido una línea de defensa que le conduce a un callejón sin salida".
Garzón "no se siente perseguido"
El letrado de Garzón ha asegurado a la salida del Supremo, que su cliente no se siente "perseguido", que esta expresión es más una cuestión de medios de comunicación que otra cosa y ha explicado que las manifestaciones en su apoyo "le perjudican" más que ayudarle.
Molina ha reconocido que Garzón está en una "situación complicada" por las tres investigaciones contra él que está llevando el Supremo, pero asegura que está "tranquilo" y tiene "plena confianza" porque las imputaciones "son falaces". El abogado asegura que su defendido tiene "aguante suficiente" ya que tiene "las espaldas anchas" por su profesión.
Llegada entre gritos de "¡inocente!"
Garzón había llegado a sobre las 10.15 horas al Tribunal Supremo para declarar como imputado por prevaricación y cohecho en relación con la querella que se tramita contra él por el dinero que presuntamente percibió del Banco Santander durante su estancia en la Universidad de Nueva York entre 2005 y 2006.
Garzón llegó a pie a la sede judicial, acompañado de sus escoltas, minutos después de su abogado en este asunto, Enrique Molina, quien fue fiscal de la Audiencia Nacional y trabajó con éste en el desmantelamiento del entramado político, social y mediático de ETA.
El juez de la Audiencia Nacional no quiso realizar declaraciones a los medios de comunicación y en el momento de su entrada una mujer le ha recibido con gritos de "inocente, inocente". Medio centenar de periodistas y fotógrafos, y unos pocos curiosos se encuentran en la puerta de alto tribunal, en la que hay un gran despliegue policial.
Segunda vez que declara en el Supremo
Esta es la segunda vez que Garzón ha acudido a declarar al Alto Tribunal en calidad de imputado en menos de un año, después de que lo hiciera el pasado mes de septiembre por su actuación en el caso de las desapariciones en el franquismo, por el que será juzgado por el TS y está muy cerca de ser suspendido provisionalmente por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Por este asunto también están citados para que declaren el próximo 21 de abril como testigos una funcionaria del Juzgado de Garzón que le acompañó a Nueva York y el ex director y la subdirectora del Centro Rey Juan Carlos I, en el que impartió sus cursos, Laura Turégano y James D.Fernández, respectivamente. Estos tres testigos han sido propuestos por la acusación, los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea.
Garzón ha sostenido siempre que él no gestionó ni administró los fondos que destinó el Grupo Santander para el patrocinio de sus conferencias al Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York y que sus ingresos no procedieron de los mismos.
En el Supremo hay una tercera causa abierta contra Garzón, por ordenar intervenir las comunicaciones en prisión entre varios imputados en el "caso Gürtel" y sus abogados, diligencias que han sido anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por considerarlas "ilícitas".