Las cajas grandes disputan a las medianas la Presidencia de la CECA
- Los presidentes de La Caixa e Ibercaja se enfrentan por la Presidencia de la CECA
- El futuro de las cajas dependerá de cómo se reestructure y reordene el sector
El presidente de La Caixa, Isidro Fainé, al frente de la mayor caja de ahorro española, y el presidente de Ibercaja, Amado Franco, tienen de plazo hasta este martes para lograr el máximo apoyo y consenso en sus respectivas candidaturas a la presidencia de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA).
Los presidentes de las cajas se han volcado en cerrar una única candidatura que pueda ser aprobada "por unanimidad" el martes, en la reunión extraordinaria del consejo de administración de la CECA. Sin embargo, las divergencias surgidas en el seno de la institución han demorado el proceso hasta el final.
El anterior presidente de la confederación de cajas, Juan Ramón Quintás, dimitió el pasado mes de marzo, y desde entonces, sólo Amado Franco ha reconocido su interés por sustituirle, animado -según fuentes del sector- por el propio Quintás, que le veía como el hombre capaz de lograr el respaldo de todas las cajas.
Grandes vs. medianas
Sin embargo, el nombre del presidente de La Caixa, Isidro Fainé, pronto empezó a ganar apoyos, al ser el preferido del Banco de España y el Gobierno que, con la reestructuración del sector pendiente, quieren tener al frente a una figura de peso nacional e internacional.
Amado Franco también cuenta con gran experiencia en el sector de las cajas y lidera una de las entidades mejor situadas, más solventes y con más recursos. Él representa el temor de las cajas medianas y pequeñas a que las grandes quieran controlar el grupo.
La solución que manejan los mediadores en las negociaciones -los presidentes de Unicaja, Braulio Medel, y Caja Madrid, Rodrigo Rato- es que Amado Franco ocupe una de las cuatro vicepresidencias para dar una representación mayor y más activa a las cajas de ahorro medianas y pequeñas.
Aunque ambos directivos han mostrado su intención de llegar a la presidencia con el acuerdo y apoyo de todas las cajas, el director de la CECA y actual presidente en funciones, Juan Antonio Olavarrieta, ha reconocido que no es condición sine qua non que el nuevo presidente sea elegido por unanimidad.
Momento clave para el sector
El presidente que sea elegido ahora tendrá por delante un reto complicado, ya que el sector se encuentra en medio de un proceso de reestructuración, exigido desde hace tiempo por el Banco de España.
Hasta el momento, sólo han comenzado los procesos Caja Castilla-La Mancha y Cajastur, las cajas catalanas, Caja España y Caja Duero, las cajas que integran Banca Cívica, y este mismo lunes, Cajasol y Caja Guadalajara.
Cuando concluya, el número de cajas se habrá reducido de las 46 actuales a menos de 30 entidades, lo que provocará un recorte de oficinas superior al 30%, según los cálculos realizados por las propias entidades. De esa reordenación saldrán cajas más fuertes y competitivas, aunque eso dependerá en gran medida de las nuevas exigencias de capital.
Y sobre ese punto, el nuevo presidente también tendrá la última palabra para decidir la fórmula que seguirán las cajas para dotarse de capital igual que hacen los bancos y que, en la actualidad, se limitan a cuotas participativas sin derechos políticos o a la creación de un grupo bursátil.
Además, el sector analiza reabrir en el segundo semestre del año un debate aparcado desde hace años, pero que las cajas creen prioritario: la reducción del peso político en los consejos de administración, lo que obligará a modificar la Ley Orgánica de las Cajas de Ahorro (Lorca).