Sanidad permitirá que los bares vendan tabaco si no hay otros puntos de distribución
- La medida se contempla en el argumentario de la reforma de la Ley Antitabaco
- Sanidad cree "imprescindible" la reforma para que haya equidad
- El ministerio dice que la actual ley no ha perjudicado a la hostelería
El Ministerio de Sanidad y Política Social plantea permitir la venta de tabaco en los locales de ocio y establecimientos de hostelería mediante máquinas expendedoras en las zonas donde no existan otros puntos de distribución.
El argumentario de la reforma de la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo, plantea autorizar en esos casos la venta de tabaco en estos locales a través de máquinas expendedoras.
La reforma de la normativa vigente plantea prohibir fumar en todos los espacios públicos cerrados, especialmente locales de ocio y establecimientos de hostelería.
El objetivo de la reforma es cumplir con las directrices europeas en materia de control de tabaquismo y corregir las excepciones que presenta la legislación actual, y hace especial hincapié en el derecho a la protección de la salud de todos los ciudadanos.
La reforma de la legislación actual es, según el citado texto, "imprescindible" para garantizar la equidad de la aplicación de la normativa en todo el territorio, así como la igualdad del acceso de toda la población a los beneficios de salud pública.
Destaca que no existen lugares de ocio sin humo en los pueblos y zonas rurales, lo que "contribuye a incrementar las desigualdades respecto a las grandes urbes y hace que las familias con hijos menores no puedan disponer de alternativas libres de humo".
Proteger la salud de los trabajadores de la hostelería
El documento también muestra que el Gobierno hará especial hincapié en el derecho a la protección de la salud de los trabajadores de la hostelería y de los menores de 18 años.
Se recuerda que en España mueren cada año alrededor de 50.000 personas por enfermedades derivadas del consumo de tabaco, una cifra mayor que el conjunto de fallecidos por accidentes de tráfico, sida y consumo de drogas ilegales. Y que los jóvenes de 16 a 24 años son los más expuestos al humo ambiental del tabaco fuera del hogar y del trabajo (72,9%).
Entre los estudios que cita el texto para explicar lo beneficioso que es para un trabajador de un bar o restaurante no estar en contacto con el humo, se detalla uno realizado en cinco comunidades autónomas y que midió la concentración en saliva de cotinina -derivado de la nicotina que se utiliza para medir la exposición al humo- en una muestra de 202 trabajadores de la hostelería no fumadores, antes (2005) y después de la ley (2007).
El estudio mostró que la concentración de cotinina se había reducido un 56,6% en los trabajadores no fumadores de locales donde se prohibió fumar totalmente.
Además, la ampliación de la prohibición a fumar en todos los sitios públicos cerrados llevaría a que muchos de los trabajadores de hostelería fumadores dejarían de serlo, tal y como ha ocurrido con el resto de los trabajadores, indica el texto avalado por Sanidad. Para ello, se hace referencia también a un estudio entre 220 trabajadores fumadores de Valencia y Palma de Mallorca, de los que un 9,5% habían dejado de fumar al mes de la aplicación de la ley, y un 18% a los 18 meses.
Impacto económico
En cuanto al impacto económico de la ley vigente en el sector hostelero español, concluye que no ha tenido ningún efecto negativo sobre el volumen de negocio, ni sobre el número de ocupados del sector hostelero español, aunque el sector hostelero estima que la reforma de la ley provocará el cierre de 70.000 bares.
E argumentario sostiene que de un total de 97 estudios realizados, solo 21 reunieron criterios de calidad y ninguno de ellos encontró "un impacto negativo" sobre las ventas y puestos de trabajo.
Asimismo, el informe especifica, por ejemplo, que en el Reino Unido, un año después de la entrada en vigor de la ley de regulación de espacios libres de humo, se produjo un incremento de entre un 6% (bares) y un 14% (locales 24 horas) en la apertura de nuevos locales de ocio.
Otro ejemplo es el de Italia, donde después de la entrada en vigor de la ley antitabaco, el 88% de los propietarios de establecimientos de hostelería referían actitudes positivas hacia la misma, y en una encuesta nacional se observó que el 9,6% de la población acudía con más frecuencia a bares y restaurantes que antes de la prohibición de fumar en espacios cerrados.
Con respecto al coste económico del tabaquismo en las empresas, el consumo de tabaco supone unos costes anuales de 8.781 millones de euros, y cada trabajador que fuma en España cuesta a su empresa unos 1.700 euros al año (datos de 2008), asegura el argumentario.