Garzón niega en el Supremo haber prevaricado en las escuchas del 'caso Gürtel'
- El querellante dice que no ha sabido justificar el no desglosar las escuchas
- Es la tercera vez desde septiembre que acude al TS a declarar como imputado
- Media docena de simpatizantes le esperaban con banderas republicanas
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha negado este lunes en el Tribunal Supremo haber prevaricado, quebrantado la Ley o vulnerado la intimidad de varios de los procesados en el "caso Gürtel" al ordenar intervenir las comunicaciones que mantuvieron en prisión con sus abogados, por el que está imputado.
El titular del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional ha declarado por espacio de cuatro horas, desde las 10:30 hasta las 14:30, ante el magistrado Alberto Jorge Barreiro, que instruye la querella presentada por el abogado y ex fiscal Ignacio Peláez, letrado que representa al empresario José Luis Ulibarri, uno de los imputados en el "caso Gürtel".
Garzón se ha negado a contestar a las preguntas de las acusaciones y sólo ha contestado a las del fiscal y las de su abogado, Francisco Baena Bocanegra, así como a las que ha hecho el instructor.
A su salida de la declaración, Peláez ha indicado a los medios de comunicación que el magistrado no ha sabido dar explicaciones de la razón por la que no desglosó la intervención de las conversaciones que afectaban al derecho de defensa y se ha mostrado convencido de que el juez de la Audiencia Nacional ordenó intervenir las conversaciones de los abogados "a sabiendas de que era injusto".
El letrado que presentó la querella ha dicho que lamentaba no haber tenido el respaldo del Colegio de Abogados de Madrid y haber tenido que tomar la iniciativa de querellarse en solitario "defendiendo la profesión de la abogacía", a la vez que ha dicho creer que la causa continuará adelante en el Supremo ya que el juez de la Audiencia Nacional "no ha dado unas explicaciones muy convincentes".
Por último, ha señalado que se planteará ampliar la querella y dirigirla también contra el instructor del 'caso Gürtel' en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el magistrado Antonio Pedreira, si se demuestra que ordenó la prórroga de las escuchas acordadas por Garzón, lo que hará cuando tenga conocimiento de ese supuesto auto.
Recibido con banderas republicanas
Garzón ha llegado a las 10.10 en coche a la sede del alto tribunal, donde ha sido citado a las 10.30 horas por el magistrado Alberto Barreiro, y ha sido recibido por apenas media docena de personas que portaban banderas republicanas y pancartas de apoyo en las que se leían lemas como "Más jueces como Garzón", "Tapan el Gürtel echando a Garzón" y "Diga lo que diga el Supremo, yo, Rajoy, apoyo a Camps. Yo, a Garzón", en alusión a las últimas declaraciones del líder del PP sobre su respaldo al presidente de la Generalitat valenciana.
A la puerta del Supremo ha llegado también un grupo de mariachis, de un programa de televisión, que en varias ocasiones han cantado una conocida ranchera con la letra adaptada a la situación del juez.
Se trata de la tercera vez que Garzón declara como imputado en el Supremo. La primera vez lo hizo el 9 de septiembre del pasado año por su actuación en el caso de las desapariciones durante el franquismo y el pasado 15 de abril por los cobros supuestamente recibidos del Banco Santander durante su estancia en la Universidad de Nueva York entre 2005 y 2006.
El pasado 16 de abril el Supremo confirmó la admisión a trámite de esta tercera querella contra el juez de la Audiencia Nacional, presentada como acusador particular por el ex fiscal de este órgano y abogado de uno de los imputados del 'caso Gürtel' Ignacio Peláez.
En esta causa Garzón es defendido por el abogado sevillano Francisco Baena Bocanegra, en sustitución del letrado Gonzalo Martínez-Fresneda.
Peláez presentó la querella como abogado del empresario imputado en la Gürtel José Luis Ulibarri, y después se adhirieron a ella los abogados José Antonio Choclán, en nombre de Francisco Correa, y Gonzalo Rodríguez-Mourullo, en representación de Pablo Crespo, todos ellos como acusaciones particulares.
La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló después todas las escuchas autorizadas por el juez Garzón , al considerarlas ilegales por vulnerar el derecho fundamental al derecho a la defensa.
Puntos de la querella
Peláez destacaba en su querella determinadas actuaciones de Garzón, a su juicio irregulares durante la investigación del caso Gürtel, del que el magistrado de la Audiencia Nacional se inhibió el pasado 5 marzo en favor del Supremo (en el caso de dos aforados nacionales) y los tribunales superiores de justicia de Madrid y Valencia.
El abogado comenzaba denunciando que se incumplieron las normas de reparto de la Audiencia Nacional, pues las diligencias fiscales que originaron el caso Gürtel fueron remitidas directamente a Garzón alegando su conexión con otra investigación preexistente (el denominado 'caso BBVA') a pesar de lo cual el juez no abrió pieza separada sino unas diligencias independientes.
Además, Garzón habría tardado cinco días -entre el 27 de febrero y el 4 de marzo de 2008- en notificar a dos de los imputados cuyas conversaciones fueron intervenidas -Francisco Correa y Antonio Crespo-, que debían nombrar a otro letrado, al haber sido también imputado José Antonio López Rubal, que era el abogado que hasta entonces tenían nombrado.
Igualmente, según la querella, Garzón habría prorrogado la intervención de las comunicaciones en prisión, a pesar de que quince días antes ya se había declarado incompetente en esta causa e inhibido en favor de los tribunales superiores.