Los tripulantes de cabina de British Airways harán una huelga con cuatro paros de cinco días
- Los primeros paros serán del 18 al 22 y del 24 al 28 de mayo
- Seguirán del 30 de mayo al 3 de junio y del 5 al 9 de junio
El sindicato británico Unite ha convocado al personal de cabina de British Airways a una huelga con cuatro paros de cinco días entre el 18 de mayo y el 9 de junio, esto es, 20 días en total, después de haber realizado otra huelga de siete días en abril en protesta por la mejora de las condiciones de trabajo y salariales.
Los primeros paros tendrán lugar del 18 al 22 y del 24 al 28 de mayo, continuarán del 30 de mayo al 3 de junio -en pleno puente, ya que el 31 de mayo es festivo en Reino Unido y coincide con el final del curso escolar- y finalizarán del 5 al 9 de junio.
La huelga se inscribe en el largo conflicto laboral que enfrenta a la compañía y al personal de cabina, contrario a la supresión de empleos y a las medidas de austeridad que la dirección quiere aplicar para limitar sus pérdidas. BA, que acaba de firmar su fusión Iberia, trata con sus medidas de ahorrar 62,5 millones de libras (unos 72,5 millones de euros) al año, para compensar la caída de la demanda, la elevada competitividad y la volatilidad de los precios del combustible.
Apoyo mayoritario a las protestas
La semana pasada, los tripulantes de cabina aprobaron con una amplia mayoría continuar con las protestas, al rechazar una oferta que, pese a todo, Unite había calificado de "muy justa".
"La tripulación de cabina no ha tenido otra elección que convocar una nueva huelga. No podemos tener paz social mientras no haya negociaciones validas", señalan en un comunicado los dos máximos responsables del sindicato, Derek Simpson y Tony Woodley. "El aviso de siete días es suficiente para que la dirección de BA adopte la decisión correcta e inicie unas verdaderas negociaciones", añaden.
En cualquier caso, la huelga supondrá nuevas pérdidas que se unirán a los 45 millones de libras (más de 52 millones de euros) en los que se estima el coste de los paros de abril y los 20 millones (23,2 millones de euros) perdidos por la nube de ceniza volcánica.