París propone aumentar los años de trabajo y gravar a los más ricos
- El objetivo es equilibrar "a medio plazo" el sistema de pensiones
- Los sindicatos no apoyan un incremento de la edad de jubilación
- El plan del Gobierno francésno prevé un incremento de impuestos
Ampliar la vida activa de los franceses y crear impuestos específicos destinados a las rentas más altas.
Estas son las dos principales ideas del Gobierno francés para la reforma de las pensiones, según figura en un documento de trabajo enviado a los interlocutores sociales.
El texto, que debe servir de base al inicio de las negociaciones con sindicatos y patronal, establece que el incremento de la vida laboral de los franceses es "la única solución al tiempo justa y eficaz" para hacer pervivir el sistema de pensiones.
El Gobierno considera que hay dos posibilidades, bien retrasar la edad de jubilación, establecida en Francia a los 60 años, bien aumentar el periodo mínimo de cotización necesario para cobrar la totalidad de la pensión.
Además, el Gobierno establece que se igualen las condiciones de los trabajadores del sector público a los del privado.
Nicolas Sarkozy da así el primer paso para afrontar una reforma que lleva anunciando desde principios de año y que aún no había opuesto sobre la mesa ante la resistencia de sindicatos y la oposición de buena parte de la sociedad francesa.
Medidas adicionales
En paralelo a estas medidas, el Gobierno plantea la creación de una contribución solidaria de las rentas más altas destinada a financiar el sistema de pensiones y que no sería contabilizada dentro de los límites máximos de cotización que impiden que se pague en impuestos más del 50%de lo ganado.
Esta nueva tasa afectaría a particulares y empresas, aunque el Ejecutivo estudia todavía la forma en la que será aplicada.
En contrapartida a estas medidas, el Gobierno se compromete a mantener el sistema de pensiones por reparto y a salvaguardar el poder adquisitivo de los jubilados con aumentos de las pensiones similares al incremento de los precios (IPC).
No se prevé un incremento generalizado de los impuestos ni de las tasas sociales de las empresas, porque el Ejecutivo considera que eso perjudicaría la competitividad del país.
El plan estaría completado con una serie de dispositivos destinados a casos especiales, como los ciudadanos que se han incorporado temprano al mercado laboral o aquellos que gozan ahora de regímenes específicos derivados de su profesión.
Francia, 18 millones de jubilados en 2030
Los sindicatos no parecen satisfechos con el incremento del periodo de actividad puesto que consideran que una vez más obliga a los trabajadores a pagar los efectos de la crisis.
Sin embargo, estiman que la nueva tasa sobre las rentas más altas va en la dirección de sus peticiones sobre la búsqueda de nuevos recursos para financiar el sistema de pensiones, que este año acumulará un déficit de 32.000 millones de euros, según previsiones oficiales.
Los cálculos apuntan a que al ritmo actual, ese déficit alcance los 70.000 millones en 2030, cuando se espera que en Francia haya 18 millones de jubilados, frente a los 15,5 actuales.
Con esta reforma el Gobierno cuenta con equilibrar "a medio plazo" el sistema de pensiones.