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El perro de Obama, un regalo que sí tiene precio: 1.300 euros

  • El presidente de EE.UU. ganó 4,4 millones de euros en 2009
  • La mayoría procedió de las ventas de sus dos libros
  • Donó la integridad del Premio Nobel de la Paz a causas sociales

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Bo y Michelle Obama, en un evento con niños en la Casa Blanca.
Bo y Michelle Obama, en un evento con niños en la Casa Blanca.

¿Cuánto vale un perro presidencial? Barack Obama acaba de dar la respuesta: 1.600 dólares (1.300 euros), al menos ése es el caso de "Bo", el can de aguas portugués que corre por los jardines y los pasillos de la Casa Blanca, y que le regaló el fallecido Edward Kennedy en 2009.

El mandatario reveló el precio de su perro en la declaración financiera pública que deben hacer todos los altos cargos en Estados Unidos, porque se lo regaló el senador demócrata Edward Kennedy -quien fue uno de sus principales apoyos durante la campaña presidencial y falleció en agosto pasado- y su esposa, Victoria.

"Bo" se incorporó a la familia Obama en abril de 2009 para delicia de Sasha y Malia, las hijas del presidente estadounidense, en cumplimiento de una promesa que les hizo el mandatario el día que ganó las elecciones.

El otro regalo declarado por Obama fue el Premio Nobel de la Paz, dotado con unos 1,4 millones de dólares (1,1 millones de euros), que donó a organizaciones de caridad.

En total, el presidente cuenta con unos bienes por valor de 7,7 millones de dólares (6,2 millones de euros), de los que 5,5 millones de dólares (4,4 millones de euros) los recibió en el primer año de su presidencia.

El secreto de estas ganancias tan superiores a los 400.000 dólares de su salario anual (326.000 euros) está en los derechos de autor de los dos best seller que escribió antes de llegar a la Casa Blanca, Sueños de mi padre y la Audacia de la esperanza.

Por ellos consiguió un avance de 500.000 dólares de la editorial cinco días antes de ser investido presidente, a comienzos de enero. Obama recive el 15% de las ventas de los ejemplares de tapa dura y el 10% de los de bolsillo. El presidente no tiene obligación de declarar el valor exacto de su patrimonio ni de sus ingresos.

La mayoría de este dinero lo ha invertido bonos del Tesoro y un fondo mutuo que sigue el desempeño del índice S&P 500.