La crisis entre las dos Coreas pone a China en la encrucijada
- Pekín tiene en Corea del Norte un aliado histórico
- EE.UU. pide su apoyo para sancionar al régimen norcoreano
El incremento de la tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur tras el hundimiento del barco "Cheonan", que mató a 46 personas, ha situado a China ante los ojos de una Comunidad Internacional que está a la espera de sus pasos para dar luz verde a una sanción contra el régimen norcoreano.
Pero Pekín no lo tiene fácil. Deberá elegir ante un aliado tradicional e histórico como es Corea del Norte o seguir la inercia del resto de países que abogan por la culpabilidad del régimen de Pyongyang y sus constantes "amenazas beligerantes".
La incertidumbre china
Estados Unidos, de la mano de su Secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha trabajado en los últimos días por recopilar el mayor número de apoyos para llevar ante el Consejo de Seguridad de la ONU la sanción.
EE.UU., Francia, Reino Unido, Rusia... y China. Son los cinco miembros de dicho consejo y de ahí que sea clave que China adopte la postura que los demás países ya han mostrado contra Corea del Norte.
Durante su visita a Pekín, Clinton obtuvo del país una disposición a "trabajar con Estados Unidos y otras partes y a continuar estando en contacto con la península coreana ". Algo que, según los analistas, se trata de una respuesta "vaga" que no aporta ninguna acción concreta.
“ China vacila mucho a la hora de usar su influencia de manera coercitiva contra Corea del Norte“
Esto se debe, según Michael Green, del Center Strategic and International Studies en Washington, a que "China no modificará su postura tradicional que consiste en no escoger entre ninguno de los dos países ya que un endurecimiento en las relaciones con el régimen norcoreano perjudicarían a la economía o ayuda que aporta Pyongyang".
Por ello, "China vacila mucho a la hora de usar su influencia de manera coercitiva y se centra más en un papel mediador".
Pero, más allá de los intereses económicos, China también tiene otros territoriales.
Según Scott Bruce, de la Universidad de San Francisco, "Pekín tiene una obsesión con el derrumbe del régimen comunista del norte, algo que supondría el desplazamiento de miles de refugiados a sus terrenos y la presencia de tropas estadounidenses no lejos de sus fronteras".
Por ello, "China va a impedir que se provoque una crisis que acabe con el Norte procurando trabajar con Estados Unidos y Corea del Sur para llevar a cabo una réplica limitada", ha predicho Bruce quien también afirma que, en el caso de que a Washignton "no le guste la postura china, deberá reprimirse ya que necesita a Pekín para luchar contra el armamento nuclear iraní".
El enfrentamiento histórico Norte- Sur
La guerra de Corea, entre 1950 y 1953, separó la península en un Norte comunista y un Sur capitalista que, tras dicho conflicto bélico, no han conseguido alcanzar la estabilidad.
Seis décadas de incidentes menguadas, relativamente, por dos grandes cumbres que aputaban hacia una mejora de las relaciones, no han impedido que el hundimiento del "Cheonan" haya generado el incidente más grave en 23 años desde que, en 1987, una bomba colocada por espías norcoreanos matara a 115 pasajeros de un avión surcoreano.
Antes del "Cheonan", se produjo la cumbre del 200, la primera, que finalizó con la unión de los dos territorios a través de un tren. Después, la segunda cumbre en octubre de 2007 que se cerró con un llamamiento conjunto a favor de la "paz permanente".