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La administración Obama estrecha el cerco contra la petrolera BP por el vertido en el Golfo

  • El Fiscal General abre una investigación penal contra la petrolera
  • Obama se compromete a llevarles a los tribunales si violaron la ley
  • Frustración en la Casa Blanca ante el fracaso para controlar el vertido

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El Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, ha abierto una investigación penal y civil contra la petrolera BP, "como es nuestra obligación legal". Holder ha añadido que "existe base suficiente" para iniciarla y tanto el FBI y como otras agencias federales determinarán la responsabilidad de la compañía en el vertido del Golfo de México.

Holder ha precisado que "nuestras leyes medioambientales son claras". Y utilizarán todas para averiguar si BP engañó a los supervisores, ocultó datos o violó la legislación. "Seremos meticulosos, exhaustivos y decididos. No descansaremos hasta que se haga justicia".

Pocas horas antes, el presidente de EE.UU., Barack Obama, endurecía el tono contra la petrolera responsable de la peor catástrofe medioambiental del país. "Si violaron las leyes, me comprometo solemnemente a llevar a los responsables ante la Justicia", ha dicho en su enésima rueda de prensa.

El cerco se estrecha de manera significativa. Obama ha reiterado una y otra vez que BP tendrá que pagar la factura económica del desastre. La diferencia es que ahora, el Presidente ha abierto la puerta a la vía penal. "Tenemos la obligación de determinar qué es lo que no ha funcionado e impedir que vuelva a ocurrir".

Frustración e impotencia

La vuelta de tuerca de la Casa Blanca muestra la frustración e impotencia ante los fracasos para controlar el vertido. El desastre ecológico, calculan que en un mes se han vertido más de 100 millones de litros de crudo al mar, amenaza con convertirse en un campo de minas para la administración Obama.

De ahí las dos visitas del Presidente a Luisiana y sus numerosas comparecencias públicas para contrarrestar las crecientes críticas de la población estadounidense. Está en cuestión la gestión del Gobierno para paliar la catástrofe. Obama ha triplicado los efectivos para luchar contra la marea negra: 20.000 voluntarios, 17.000 miembros de la Guardia Nacional, 1.700 barcos.

Fracasos repetidos

La realidad es que la petrolera BP fracasó este fin de semana en su tercer intento para taponar la boca del pozo, una operación conocida como "top kill". Este martes ensayará de nuevo utilizar una campana para bloquear el flujo, un procedimiento que ya falló hace dos semanas. La alternativa es perforar un segundo pozo que absorba el crudo del primero. Pero esto llevará otros tres meses. Y para agravar el cuadro, la zona entra en temporada de huracanes.

No es extraño pues la visible contrariedad de Obama en sus comparecencias públicas y el desplome de las acciones de la petrolera: han caído un 11% desde el pasado viernes. Entonces se recuperaron más del 6%, aupadas por los progresos "alentadores" que llegaban del Golfo. En vano.