El TS investiga si BBVA, Telefónica y Endesa también pagaron cursos de Garzón
- EL juez ha pedido también la nómina de Garzón a la Universidad de NY
- En la causa han declarado ya un total de seis testigos
El magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, que instruye la querella contra el juez Baltasar Garzón por los cobros supuestamente percibidos durante su estancia en la Universidad de Nueva York, quiere saber si también el BBVA, Endesa, Telefónica y Caixa Cataluña abonaron alguna cantidad a este centro.
El magistrado ha adoptado esta resolución en relación con una carta remitida por el propio Garzón , Carlos Pérez de Bricio, mediante la cual el juez le hacía llegar el programa de unas conferencias organizadas por él en el Centro de Leyes y Seguridad de la Universidad agradeciéndole de antemano su interés en el proyecto, en el que la compañía invirtió finalmente 100.000 dólares.
En una providencia que lleva fecha de 9 de junio, el magistrado Marchena justifica su petición como "indispensable para el esclarecimiento del hecho denunciado conocer las cantidades que pudieron haber sido demandadas por el ilustrísimo señor Garzón a otras entidades mercantiles para el patrocinio de los cursos organizados durante su estancia en la Universidad de Nueva York".
Concretamente, Marchena ha solicitado que, en relación con el periodo de tiempo comprendido entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de julio de 2007, las citadas entidades informen sobre las cantidades abonadas tanto a la Universidad de Nueva York como al Centro Rey Juan Carlos I de España (que organizó dos series de conferencias dirigidas por Garzón), al Centro de Derecho y Seguridad "o a cualquier otro centro o dependencia de la mencionada Universidad".
La resolución añade que dicha certificación "deberá ir acompañada de todos los resguardos, documentos y asientos contables que se refieren a tales pagos, adjuntando expediente íntegro referido a los patrocinios en los que se generaron tales cantidades".
El juez pide la nómina de Garzón a la Universidad de NY
Marchena ha exigido también a la subdirectora del Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York, Laura Turégano, que aporte antes del 22 de junio la nómina del sueldo que cobró el juez Baltasar Garzón durante su actividad docente en esa institución entre los años 2005 y 2006.
Marchena ha hecho este requerimiento durante la declaración como testigo que ha prestado Turégano en el marco de la investigación abierta para determinar si Garzón incurrió en delitos de prevaricación y cohecho por no abstenerse en una causa contra el Banco Santander a pesar de que esta entidad bancaria subvencionó con 302.000 dólares los cursos que impartió en la Universidad de Nueva York.
Según han explicado fuentes jurídicas, el instructor del Supremo ha hecho caso omiso a las alegaciones de Turégano, quien ha tratado de explicarle que toda la información requerida está en poder de la administración de la Universidad de Nueva York y que ella, como responsable del Centro Rey Juan Carlos, no tiene acceso a esa documentación, según explicaron fuentes jurídicas.
Además de la nómina, Marchena ha ordenado a Turégano que aporte los justificantes de los gastos de viaje que se abonaron a Garzón así como de los gastos de matrícula de la escolarización en Nueva York de una de las hijas del magistrado.
Cinco horas
El instructor ha realizado este requerimiento a pesar de que la responsable del Centro Rey Juan Carlos aportó en su declaración una ¿ingente¿ cantidad de justificantes que reflejaban el destino que se dio a los casi 327.000 euros de patrocinio con los que se subvencionaron los cursos de Garzón, una documentación que incluye, incluso, los tickets de las comidas y cenas de los asistentes a las conferencias y simposios.
La declaración de Turégano se ha extendido durante casi cinco horas. Tras un receso para comer, su comparecencia, que había comenzado a las 10.30 horas, se alargó hasta cerca de las 16.30. Por la mañana, la testigo tan sólo tuvo tiempo de contestar a las preguntas que formuló el instructor Marchena, quien le reprochó que no hubiera acudido a su primera citación ante el Supremo, una declaración que se iba a celebrar el pasado 21 de abril.
Turégano ha explicado además que fue el director del Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York, James D. Fernández, quien tuvo la idea de organizar los cursos con Garzón y quien se encargó de buscar la correspondiente financiación, aunque reconoció que el magistrado aportó sus contactos.
Seis testigos
Además de Garzón, que lo hizo en calidad de imputado, en la causa han declarado ya un total de seis testigos: el presidente del Banco Santander, Emilio Botín; su vicepresidente, Alfredo Saénz; el antiguo delegado de la entidad bancaria en Nueva York, Gonzalo de las Heras; el ex presidente de Cepsa -que también financió parte de los cursos-, Carlos Pérez de Bricio; María del Mar Bernabé, asistente de Garzón durante su estancia en Estados Unidos; y la propia Turégano.
El que nunca llegó a comparecer ante el Tribunal Supremo a pesar de haber sido citado fue el director del Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York, James D. Fernández.
Tres causas abiertas
El Supremo tiene otras dos causas abiertas contra Garzón. En concreto, además de por las subvenciones de los cursos de Nueva York, el Supremo ha imputado al magistrado por grabar las conversaciones que mantuvieron en la cárcel los principales imputados en la trama de corrupción del "caso Gürtel" y sus abogados así como por su investigación de los crímenes del franquismo, una causa por la que ha sido llevado a juicio.
El magistrado se encuentra en la actualidad trabajando como asesor de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional, con sede en La Haya (Holanda), después de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le suspendiera cautelarmente el pasado 14 de mayo como consecuencia de la apertura de juicio oral dictada en su contra por el Tribunal Supremo en el marco de la causa por su investigación de los crímenes del franquismo.