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El régimen iraní sigue su particular "caza de brujas" un año después

  • Amnistía Internacional denuncia que la represión no ha cesado
  • Reporteros Sin Fronteras denuncia que 170 periodistas siguen detenidos

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"La peor pesadilla de un preso es la de ser olvidado", afirmaba la periodista de Newsweek, Maziar Bahari. Ella, como cientos de personas, fue retenida por el régimen de Irán durante las protestas posteriores a las elecciones celebradas en el país hace ahora un año.

Miles de personas salieron aquel día, y los posteriores, a la calle para protestar por la que consideraban fraudulenta reelección de Ahmadineyad. Salieron para mostrar su apoyo al líder opositor Husein Mousaví. Nacía así la llamada "revolución verde" y, con ella, las medidas del nuevo gobierno para reprimirla.

Junto al aniversario de las protestas, también se cumple un año de gobierno de Ahmadineyad. Un año marcado por la firma de un nuevo tratado nuclear con Turquía y Brasil que la comunidad internacional ha considerado insuficiente y por ello le ha impuesto nuevas sanciones.

Con todo ello, el aniversario sirve también para poner de manifiesto cómo la represión sigue presente. La oposición ha desconvocado la protesta organizada con la intención de proteger la vida de los manifestantes. Una muestra más de que la pesadilla de las detenciones, torturas e incomunicación (por citar algunas), no terminó en ese momento.

De hecho, centenares de personas siguen retenidas en Irán y, para luchar contra ese desalentador olvido que apuntaba Bahari, Amnistía Internacional junto a Reporteros Sin Fronteras piden el final de una "política de represión sabiamente elaborada".

"Desde la protesta a la prisión. Irán, un año después de la elección"

Con motivo del aniversario de las protestas, Amnistía Internacional ha presentado un informe en el que denuncia, con documentación, la retención a día de hoy de periodistas, estudiantes, abogados y académicos, por poner algunos ejemplos, que siguen detenidos.

Espero que vuestras hijas crezcan y se casen; la mía creció para ser arrojada a una celda

Pero también denuncia la posterior ola de represión que se generó y por la cual el simple hecho de mantener algún tipo de vínculo con algún ex preso político, supone motivo de detención, aislamiento y potenciales malos tratos.

Esto es hasta tal punto que, según asegura AI en su informe, "el encarcelamiento de ciudadanos corrientes es un fenómeno cotidiano".

Un ejemplo de ello es Shiva Nazar Ahari, madre de una defensora de derechos que participó en las protestas del año pasado. Detenida, sin cargos ni juicio, sus últimas palabras reflejaba lo cruel de su situación: "Espero que vuestras hijas crezcan y se casen; la mía creció para ser arrojada a una celda".

A las retenciones indiscriminadas, hay que sumarle las ejecuciones por motivos políticos. AI ya ha registrado más de 115 sólo en los seis meses que llevamos de 2010.

En la actualidad, al menos 6 personas está condenadas a muerte acusadas de "enemistad contra Dios" por su supuesta participación en manifestación y pertenencia a grupos prohibidos.

Con esta nueva denuncia, la organización recuerda también que el régimen iraní, con su presidente Mahmud Ahmadinejad, se encuentra entre los que ha calificado los "40 predadores de la libertad de prensa".

170 periodistas detenidos en un año

Precisamente esa intención de Irán de "debilitar" las redes de comunicación es lo que denuncia Reporteros Sin Fronteras.

Durante las protestas del pasado año, lo que hizo el régimen con la prensa fue una "demonización" para lograr que tuviera éxito su "guerra contra las imágenes" e impedir que el mundo conociera lo que estaba ocurriendo en Irán, según denuncia RSF.

Pero, finalmente, el extranjero ha podido saber que 170 periodistas y "blogueros" han sido detenidos en un año, que 22 de ellos han sido condenados a penas de hasta 135 años de cárcel, que 23 diarios han sido cerrados y que más de un centenar de profesionales de la comunicación han tenido que salir del país.

Con todo ello, el mundo es consciente de la falta de libertad que vive el país. Pero el propio Irán lo ignora ya que, como afirma el Secretario General Provisional de AI, Claudio Cordone, "Las autoridades iraníes culpan a todos salvo a ellas mismas de los disturbios, pero no están mostrando ningún respeto hacia sus propias leyes, que prohíben la tortura y otros malos tratos de todos los detenidos".