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Fernández Ordóñez cuestiona que la reforma laboral limite la temporalidad

  • Le parece "crucial" que se mantengan abiertas todas las opciones
  • Critica que la negociación colectiva haya quedado fuera del texto

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El gobernador del Banco de España cuestiona la falta de ambición de la reforma laboral

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, considera que con más de 4,5 millones de parados es "crucial" que se mantengan "abiertas" todas las oportunidades para crear empleo y en este sentido cuestionó que la reforma laboral haya puesto límites a los contratos temporales.

"Lo más cuestionable de la reforma laboral aprobada por el Gobierno es la imposición de nuevos límites a la temporalidad, sobre todo mientras no se mejore suficientemente la contratación estable", ha asegurado Fernández Ordóñez durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso.

Además, otra de las críticas del gobernador a la propuesta del Ejecutivo es que el sistema de negociación colectiva haya quedado fuera de la reforma laboral, porque ello "limita el alcance y eficacia de la misma". La votación para convalidar el decreto-ley tiene lugar esta tarde en el Congreso.

La interacción del sistema de negociación colectiva con el sistema de contratación laboral es un "determinante fundamental" de la capacidad de ajuste del mercado de trabajo, ha insistido Fernández Ordóñez.

Evitar el ajuste sobre el empleo

En cualquier caso, admite que la reforma propone "avances" en términos de flexibilidad interna y salarial, ya que amplía las posibilidades para que las empresas con dificultades puedan acordar con sus trabajadores unas condiciones salariales o de organización que se ajusten mejor a la situación y faciliten la conservación de empleos.

Si esto hubiera estado disponible durante la crisis, lamenta el gobernador, el ajuste del mercado de trabajo no habría recaído de forma "tan severa" sobre el empleo.

También alaba que se incorporen medidas para reducir la dualidad en la contratación y reforzar la flexibilidad interna de las empresas, aunque apunta que "no se han cambiado aspectos más sustanciales".

Igualmente aplaude las medidas para aumentar los incentivos a la contratación indefinida con el uso de contratos que fomenten el empleo estable y la eliminación de "algunas causas" que venía incentivando un uso injustificado de despidos por causas económicas.

Fernández Ordóñez considera que la tramitación parlamentaria de la reforma "debería aprovecharse" para introducir una mayor claridad en la redacción de las medidas de fomento de la contratación indefinida para evitar "interpretaciones restrictivas" y fomentar el impulso de la misma.

Más implicación de las CC.AA.

Fernández Ordóñez asegura que, dada la elevada descentralización del gasto público, resulta "vital" la participación de las administraciones territoriales para los esfuerzos de austeridad, si bien la mayoría de comunidades y ayuntamientos están "muy lejos" de responder a la "reducción radical del gasto público improductivo que la economía  española necesita.

El gobernador del Banco de España reclama "más ambición y decisión a la política económica" para corregir los "desequilibrios" y señala que los "excepcionales" objetivos de reducción del déficit del 6% en 2011 deben ser "inamovibles", porque se trata de una decisión "trascendental". 

Hace unos años hubiera sido posible un recorte "más gradual", pero ahora es "imprescindible" acelerar,   por lo que pide el "suficiente grado de ambición y decisión" para reducir el abultado déficit y la "monstruosa" tasa de paro del 20%.

A su juicio, España ha tomado un "rumbo radicalmente distinto" de resolución de los problemas, por lo que se muestra "optimista" sobre la recuperación del euro y la economía española. "España tiene que dar confianza al resto del mundo porque somos solventes", insiste el gobernador, quien asegura que las empresas y las familias están en condiciones de devolver los créditos.

A su juicio, cerrar 2011 con un 6% y un nivel de deuda algo inferior a la media europea situará a España en "otra liga", y los efectos de la contracción del gasto público son "irrelevantes" en comparación con los beneficios de la confianza, que elevará el consumo privado, sobre todo "en un país pequeño" en el que la  necesaria "filtración" hacia el exterior de la financiación dispara su coste.