El nuevo jefe de las tropas en Afganistán revisará las reglas de combate para proteger a los soldados
- Su antecesor minimizó los ataques aéreos para reducir las víctimas civiles
- Petraeus considera que habrá combates más intensos en los próximos meses
El nuevo jefe de las fuerzas aliadas en Afganistán, David Petraeus, ha abierto la puerta a cambiar las nuevas reglas de combate impuestas por su predecesor en la nueva estrategia militar en el país, de forma que la reducción de víctimas civiles no suponga descartar los ataques aéreos para proteger a tropas en peligro.
"Cuando nuestros soldados y nuestros socios afganos se encuentran en una situación difícil tenemos el deber moral de hacer todo lo posible por salvarlos", ha declarado el general -que sustituye al general McChrystal, destituido tras sus polémicas declaraciones a la revista Rolling Stone- en su comparecencia ante el comité de fuerzas armadas del Senado, que debe confirmar su nombramiento.
El general McChrystal había restringido severamente las posibilidades de apoyo aéreo para evitar peligrosos bombardeos contra la población civil, privando a algunas tropas de refuerzo cuando tuvieran violentos enfrentamientos contra los talibanes.
En consecuencia, el número de muertes entre los civiles afganos se ha reducido notablemente en los últimos meses, según el Pentágono, pero los fallecimientos de militares de la OTAN se han disparado, como prueba que este mes de junio ha sido el más sangriento desde el inicio de las operaciones en el país.
Esta estrategia de McChrystal le ha granjeado el apoyo sin fisuras del gobierno afgano.
"Soy consciente de las preocupaciones de algunos de nuestros soldados en la aplicación de estas reglas de combate, y deben saber que voy a revisar en serio la cuestión", ha prometido el general Petraeus, que ha lamentado que "algunos funcionarios militares pueden hacer las cosas más burocráticas y más restrictivas de lo necesario".
Petraeus ha detallado que la situación en Afganistán es delicada, la insurgencia talibán sigue resistiendo y los combates, lejos de cesar, se volverán más intensos en los próximos meses.
Combates más intensos
"Mi impresión es que los duros combates continuarán, de hecho, se volverán más intensos en los próximos meses", ha adelantado en su discurso ante el comité del Senado de las fuerzas armanadas.
"Mientras le arrebatamos al enemigo sus refugios seguros y reducimos su libertad de acción, los insurgentes responderán", ha reconocido Petraeus, que considera que la situación es "delicada" y que la insurgencia talibán sigue siendo resistente y confía en poder echar del país en última instancia a los Estados Unidos y sus aliados.
En este sentido, Petraeus ha subrayado que el compromiso de su país con Afganistán es "duradero" y que la fecha de comienzo de retirada de las tropas establecida por la Administración Obama -julio de 2011- únicamente como el inicio de una "retirada responsable".
La situación en Afganistán ha empeorado en las últimas semanas, hasta el punto de que el mes de julio ya se ha convertido en el peor para las tropas de la OTAN desde el inicio de la invasión, en 2001.
Con todo, el general aprecia "progresos" en "ciertos aspectos", especialmente en la provincia de Helmand, donde se desarrolló la primera gran operación dentro de la estrategia de Obama en Afganistán, trazada por McChrystal y en la que también participó Petraeus.
En este sentido, el general ha querido diferenciarse de su predcesor al afirma que buscará una "unidad de esfuerzos" entre civiles y militares en Afganistán, algo que supuso en cierto sentido la caída de McChrystal por sus malas relaciones con el enviado de Obama a la zona y con el embajador de Estados Unidos en Afganistán.
Debate en el Congreso
La audiencia de confirmación de Petraeus se produce en unos momentos en que ambas cámaras del Congreso se encuentran inmersas en un álgido debate sobre cuál debe ser la estrategia de EEUU en Afganistán.
Los republicanos, entre ellos el senador John McCain, insisten en que EE.UU. no debe anunciar al enemigo su estrategia militar ni mucho menos su fecha de salida y que ésta dependerá de las condiciones sobre el terreno.
Algunos demócratas, como el presidente del Comité, Carl Levin, replican que EE.UU. debe imponer un cronograma para así presionar al Gobierno afgano a asumir una mayor responsabilidad por el desenlace del conflicto.