El Congreso rechaza las dos enmiendas a la totalidad contra la reforma laboral
- ERC-IU-ICV y BNG han presentado los textos alternativos descartados
- Así se ha iniciado su tramitación para convertirse en ley
- Ahora habrá que debatir en comisión las enmiendas parciales de los grupos
La reforma laboral ha comenzado su tramitación parlamentaria para pasar de ser decreto a ser ley. Así, su camino como proyecto de ley lo ha comenzado con el debate, este miércoles, de dos enmiendas a la totalidad presentadas por ERC-IU-ICV y por el BNG. Ambos textos alternativos al propuesto por el Gobierno han sido rechazados con los votos en contra de PSOE, PP, CiU, PNV, UPN, CC y UPyD.
El Congreso de los Diputados ya convalidó el Real Decreto de Ley de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo el pasado 22 de junio con el único respaldo del PSOE. Entonces, las abstenciones del PP, CiU, PNV, UPyD , UPN y CC permitieron sacar adelante el decreto, aunque después se votó por unanimidad que ese decreto se desarrollase como proyecto de ley, por el procedimiento de urgencia, con lo que su tramitación parlamentaria se producirá entre agosto y septiembre.
Durante el debate, y en defensa de la enmienda de ERC-IU-ICV, Gaspar Llamazares ha destacado que la reforma laboral del Gobierno es la "más dura de la Democracia", ya que se hace "a favor de la patronal" y supone una "contrarreforma" y un "ataque desmedido contra los sindicatos".
Por este motivo, el portavoz de Izquierda Unida ha justificado la huelga general convocada por UGT y CCOO el 29 de septiembre.
Alternativas rechazadas
De su propuesta, el diputado de IU ha destacado la petición de recuperar la causalidad de los contratos para que la inmensa mayoría sean fijos y no temporales, y ha solicitado hacer efectiva la tutela judicial, con el fin de que el despido improcedente no se solucione con una indemnización sino con la recuperación del puesto de trabajo.
Para defender esa enmienda también ha intervenido el representante de ERC, Joan Tardá, quien ha advertido que la propuesta del Gobierno contiene elementos "inaceptables", como permitir que resulte más barato despedir a un trabajador que formarle para aumentar la eficiencia de su empresa.
La diputada del BNG María Olaia Fernández Dávila ha presentado la de su grupo, basada en la necesidad de que se ponga límite a la temporalidad, desaparezca el contrato de fomento del empleo estable por su uso abusivo y se elimine la posibilidad de que las empresas se "descuelguen" del convenio colectivo, entre otras medidas.
Por contra, Fernández Dávila ha propuesto un modelo que restrinja el uso de la contratación temporal -estableciendo los supuestos en los que ésta no podrá efectuarse- y que limite la concatenación de contratos a un mismo trabajador.
Los argumentos de los que han votado en contra
Desde el PP, José Ignacio Echániz ha justificado el rechazo de su partido a las enmiendas porque supondrán un "retroceso para la economía", son insustanciales y no solucionan el problema del paro.
Además, ha aprovechado para criticar la reforma del Ejecutivo por ser "poca seria, precipitada" y por suponer un conglomerado de medidas incoherentes y "sin hilo conductor".
En representación del PSOE, Jesús Membrado ha señalado que las enmiendas a la totalidad "rompen de manera excesivamente rígida el planteamiento del equilibrio de la reforma" y, "con la mejor intención", incluyen elementos que no son aceptables, como el debate sobre la semana de 35 horas o el endurecimiento de la regulación de las horas extraordinarias.
El portavoz socialista de Trabajo en el Congreso ha reclamado al resto de grupos su colaboración para que la reforma laboral tenga "el máximo de efectividad", toda vez que "desgraciadamente" ha resultado imposible que sea fruto del diálogo social.
Por eso, ha destacado que el Gobierno espera "como agua de mayo" las propuestas del resto de los grupos para poder "discutirlas de manera constructiva" en Comisión, huyendo de "soflamas y descalificaciones".
El PNV también ha rechazado los textos, a pesar de que Emilio Olabarría ha afirmado que la reforma del Gobierno es "hija de un fracaso colectivo", una "vuelta de tuerca más" que "rompe" la "columna vertebral" del derecho al trabajo y opta por el despido como la "fórmula más fácil".
Tampoco CiU ha apoyado las enmiendas a la totalidad porque, según Carles Campuzano discrepan sobre el diagnóstico que hacen del mercado laboral y de lo que proponen para pymes.
Por su parte, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha justificado su rechazo en que las dos enmiendas "mantienen la dualidad en el mercado de trabajo" y no dan "suficiente" protección a los desempleados.
El ministro cree que la reforma puede mejorarse
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, no ha defendido la reforma del Ejecutivo -al considerar que ya es muy conocida-, pero sí se ha pronunciado sobre la misma ante los medios de comunicación. A ellos les ha indicado que "probablemente", durante el debate de enmiendas parciales en la Comisión de Trabajo e Inmigración, todos los partidos estarán de acuerdo en que "la ley deberá ajustar más y mejor esas causas" del despido, por lo que se ha mostrado convencido de que el texto será enmendado en lo referente a ese asunto.
Corbacho ha destacado que el Gobierno acudirá a esa comisión con "clara voluntad" de intentar consensuar al final una propuesta que clarifique y concilie "lo más posible" cuándo una empresa tiene que hacer uso de un despido objetivo. Así, el ministro ha defendido que haya garantías jurídicas para que "no sea una puerta falsa por donde se pueda despedir a los trabajadores".
Para el ministro de Trabajo, estas circunstancias objetivas se dan con claridad cuando una empresa necesita hacer un ajuste de plantilla porque lo que está en peligro es su continuidad.
Fórmulas de encuentro sobre flexibilidad en las empresas
Asimismo, Corbacho también ha adelantado que "habrá fórmulas de encuentro" para todas aquellas enmiendas parciales que supongan una mayor flexibilidad interna en las empresas, pero siempre bajo el marco de la negociación. "Se puede flexibilizar y ajustar horarios y plantilla, ya que es imprescindible en una economía competitiva y globalizada, pero todo esto en un proceso de negociación", ha advertido.
Sobre la enmienda presentada por la CEOE y que solicita la no intervención de la autoridad laboral en los despidos, el responsable de Trabajo ha sido tajante al asegurar que "no se puede desproteger al trabajador". "Otra cosa es buscar fórmulas de aproximación distinguiendo cuando hay un acuerdo entre las partes y donde el papel de la administración puede ser más limitativo para acortar plazos", ha puntualizado, aunque ha añadido que la autoridad laboral revisaría que no se vulneren los derechos fundamentales.
El ministro de Trabajo también ha insistido en que no se va a modificar la decisión de que el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) financie 8 días de las indemnizaciones por despidos, tanto para contrataciones ordinarias como de fomento, aunque ha especificado que esta financiación no tiene carácter retroactivo y sólo esta vigente desde la entrada en vigor de la ley.