El Rey llama a Mohamed VI para aclarar los "pequeños problemas" en la frontera de Melilla
- Rabat ha enviado hasta cinco comunicados sobre supuestas agresiones
- Ambos monarcas desean que no enturbien las relaciones "malentendidos"
- Don Juan Carlos y Mohamed VI acuerdan verse en un "encuentro informal"
El Rey Don Juan Carlos ha llamado al monarca de Marruecos, Mohamed VI, para rebajar la tensión diplomática que han provocado en las últimas semanas los comunicados difundidos por Rabat sobre supuestas agresiones de las fuerzas de seguridad españolas en la frontera con Melilla.
Ambos han manifestado su deseo común de evitar "malentendidos o pequeños problemas" que puedan "perturbar el excelente y fluido clima" por el que atraviesan las relaciones bilaterales entre ambos países, informan desde Zarzuela. Según la agencia oficial marroquí MAP, han acordado, además, "reunirse en un próximo encuentro informal".
Don Juan Carlos y Mohamed VI han convenido en que "no es bueno" que haya "malos entendidos" que puedan perturbar o enturbiar las relaciones entre España y Marruecos.
Según la nota de MAP, ambos jefes de estado se han mostrado de acuerdo "en el hecho de que los incidentes ocurridos estas últimas semanas no pueden en ningún caso perjudicar a la calidad de las relaciones marroquí-españolas".
De esta forma, los dos monarcas, que destacaron la "calidad de los vínculos que unen a las dos familias reales", convinieron en "encontrarse en una próxima reunión informal".
Este mismo martes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró, tras despachar con el Rey en Mallorca, que el Ejecutivo español estaba dispuesto a "aclarar, dialogar e informar" a Marruecos sobre estos incidentes aunque subrayó que la policía actuá con la "máxima correción".
El Partido Popular, por su parte, ha anunciado este miércoles que pedirá la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para explicar lo ocurrido en la frontera de Melilla con Marruecos.
Hasta cinco comunicados sobre "agresiones racistas"
La llamada del Rey, que no intervino en la crisis que provocó la huelga de hambre de la activista saharaui Aminatu Haidar, se produce tras los cinco comunicados en los que Rabat ha denunciado supuestas "agresiones racistas" por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra ciudadanos de Marruecos en la frontera con Melilla.
Rabat también ha arremetido contra un presunto abandono por parte de la Guardia Civil de ocho inmigrantes subsaharianos en "estado de salud crítico", según la versión alauí, frente a las costas marroquíes cerca de Ceuta.
- El primero comunicado tuvo lugar el 16 de julio, cuando Rabat denunció el "maltrato policía" a cinco jóvenes de su país en la frontera con Melilla.
- El segundo, el 2 de agosto, se refiere a una "agresión" a un jóven estudiante. El embajador de España en Rabat es llamado por el ministro de Exteriores marroquí para que explique lo ocurrido.
- La tercera nota de Rabat fue el 6 de agosto. Rabat denuncia el abandono por parte de la Guardia Civil de de ocho inmigrantes subsaharianos en "estado crítico de salud" en aguas marroquíes cerca de Ceuta.
- El 7 de agosto, en un cuarto comunicado, habla de dos incidentes más en la frontera de Melilla.
- El 9 de agosto, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí reclama "respuestas precisas" a las autoridades de España por los incidentes de tintes "racistas" ocurridos en Melilla.
España estudia si envía un representante de Interior
De hecho, los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Interior valoran si convendría enviar a Marruecos a algún representante del departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba para aclarar con las autoridades del reino alauí las acusaciones lanzadas sobre el comportamiento de las FCSE, han confirmado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Este miércoles, la agencia oficial marroquí MAP publicaba una carta remitida a Zapatero por el Club de Jóvenes Saharauis en los países del Africa subsahariana, una asociación promarroquí con sede en Senegal que protesta por las supuestas "agresiones racistas" de la Policía española contra marroquíes en la frontera con Melilla así como contra inmigrantes subsaharianos.