La ONU urge a ayudar de inmediato a Pakistán, que vive "un tsunami a cámara lenta"
- Ban Ki-Moon define este desastre como "prueba de fuego de la solidaridad"
- Hillary Clinton compromete 60 millones de dólares adicionales de Washington
- Pakistán pide que se evite que los terroristas se beneficien del caos
Ver también: Las imágenes de las inundaciones, en tamaño XXL
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha reclamado a los Estados miembros de ese organismo que actúen de inmediato para proporcionar la ayuda prometida a Pakistán, que sufre las peores inundaciones de su historia. Un desastre sin precedentes que- en opinión de Ban- constituye "una prueba de fuego para la solidaridad internacional".
En su discurso de apertura de una sesión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas -convocada de urgencia para acelerar la ayuda al país asiático-, el dipomático ha comparado la catástrofe de Pakistán con "un tsunami a cámara lenta", por lo que "su poder de destrucción va a aumentar con el tiempo".
Ban ha subrayado que entre 15 y 20 millones de personas se han visto afectadas por las lluvias, una cifra superior a la suma de los damnificados por el tsunami en el océano Indico en 2004, el terremoto de Cachemira de 2005, el ciclón Nargis en Birmania en 2008 o el reciente terremoto de Haití.
El ritmo de las donaciones se ha incrementado en los últimos días, pero según los cálculos del secretario general de la ONU, sólo se ha conseguido reunir la mitad de la cantidad solicitada por la ONU el pasado 11 de agosto (460 millones de dólares). Sin embargo, ha advertido de que "se necesitan todos los recursos, y hacen falta ahora".
"Los compromisos de ayuda que adoptéis aquí hoy, deben estar seguidos de acciones, de actuaciones que tengan impacto sobre el terrreno", ha urgido Ban Ki-Moon a los representantes de los 192 Estados miembros de la Asamblea General.
Más de 8 millones de afectados necesitan alimentos, agua y refugio, mientras que a 14 millones se les debe proporcionar atención médica, particularmente en el caso de los niños y las mujeres embarazadas, ha explicado.
Washington dará otros 60 millones y la UE, 30 más
Estados Unidos ha querido atender esa llamada de emergencia de la ONU y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha anunciado ante la Asamblea un aumento de 60 millones de dólares en la aportación de Washington, con lo que alcanzará así los 150 millones.
En torno a 92 millones de ese total se destinarán a apoyo directo al plan de emergencia de la ONU, ha explicado.
El fondo de ayuda estadounidense han servido para proporcionar suministros de urgencia y apoyar las operaciones de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán, así como a otras organizaciones que actúan en esta crisis humana.
Además, Clinton ha añadido que Washington está dando asistencia técnica y movilizando recursos civiles y militares para distribuir suministros básicos y rescatar a las víctimas de las inundaciones.
A los fondos oficiales se deberá sumar un fondo de ayuda que estará formado por donaciones desinteresadas de los ciudadanos estadounidenses, cuya creación también ha anunciado Clinton este jueves.
"Estados Unidos se movilizó rápidamente para ayudar y seguirá haciéndolo, pero los gobiernos por sí solos no pueden ayudar al pueblo de Pakistán", ha advertido la responsable de Exteriores de EE.UU.
"Es la hora de la verdad, no solamente para Pakistán, también para todos nosotros", ha destacado antes de añadir: "Insto a mis conciudadanos a enviar lo que puedan al pueblo paquistaní".
La ampliación comprometida por EE.UU. ha sido seguida por la de otros países, como Reino Unido, cuyo ministro para Ayuda al Desarrollo, Andrew Mitchell, ha anunciado que Londres duplicará su contribución hasta alcanzar casi los 100 millones de dólares.
También la Unión Europea, representada por la Presidencia belga de turno, ha prometido añadir otros 30 millones de euros (38 millones de dólares) a los 110 millones de euros ya comprometidos.
Evitar que los terroristas se beneficien del caos
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, Shah Mahmud Qureshi, ha destacado en su intervención ante la Asamblea reunida en Nueva York que la comunidad internacional no debe permitir a los "terroristas" que saquen provecho del caos creado por las inundaciones en su país.
Qureshi se refería así a la ofensiva de los talibanes, que han multiplicado su ayuda a los afectados por el desastre, sobre todo, en las zonas del norte del país, fronterizas con Afganistán, con lo que se intentarían ganar el favor de los habitantes de esas regiones y ponerlos en contra del Gobierno de Islamabad.
"Hay que hacer frente con urgencia a los enormes daños causados por las inundaciones y a las pérdidas económicas sufridas por millones de pakistaníes", unos daños que el ministro ha cuantificado en más de 43.000 millones de dólares, lo que obligará al Ejecutivo a "revisar" todo su presupuesto.
El representante del Ejecutivo pakistaní ha advertido que si se fracasa en ese reto, "se podría poner en cuestión los difíciles progresos conseguidos por nuestro Gobierno en la guerra contra el terrorismo. No se puede permitir que esta catástrofe beneficie a los terroristas", ha reiterado.
"Operación masiva de socorro y ayuda"
En un proyecto de resolución que se espera adoptar por consenso, se resalta la urgencia de poner en marcha "una operación masiva de socorro y ayuda" en favor de los cerca de 20 millones de afectados por el desastre natural.
"Instamos a la comunidad internacional, y en particular a los países donantes, las instituciones financieras y las organizaciones internacionales relevantes, así como el sector privado y la sociedad civil, a extender su pleno apoyo y asistencia al Gobierno de Pakistán", afirma el texto propuesto por el presidente de la Asamblea General, el libio Ali Treki.
Treki convocó esta sesión extraordinaria a propuesta del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ante la creciente preocupación del organismo por la lenta reacción de la comunidad internacional al desastre de Pakistán.
Ente independiente
Ante el previsible aumento de las donaciones, el Gobierno paquistaní ha anunciado la creación de un ente independiente para supervisar la transparencia en la gestión de la ayuda internacional que reciba el país.
La medida parece responder al temor de muchos analistas de que la lentitud de las donaciones del exterior obedece a un cierto déficit de confianza hacia las autoridades pakistaníes, que se han visto salpicadas por frecuentes casos de corrupción.
La ONU ha cifrado este jueves en 4,6 millones de personas los afectados por la subida de las aguas que están actualmente sin ningún tipo de cobijo e hizo un llamamiento para incrementar los esfuerzos para llegar a esta población.
Las peores inundaciones de los últimos 80 años en territorio pakistaní han causado la muerte de unas 1.500 personas y dejado unos 20 millones de afectados desde finales de julio, según las autoridades.