Bronca entre Sarkozy y Barroso en pleno Consejo Europeo por las expulsiones de gitanos
- Ambos mandatarios mantienen un "intercambio escandaloso" en Bruselas
- Así lo ha desvelado el primer ministro búlgaro, presente en la conversación
- Discutían las expulsiones de gitanos en un almuerzo en el Consejo Europeo
Pese a las llamadas a la conciliación de los 27, el enfrentamiento entre Francia y la Comisión Europea ha acabado en una bronca entre sus respectivos líderes, Nicolás Sarkozy y José Manuel Durao Barroso, en pleno Consejo Europeo de Bruselas, según ha desvelado el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov y han confirmado fuentes comunitarias.
Borisov ha desvelado que ambos han mantenido un "intercambio muy violento" de palabras respecto a las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros ordenadas por el país galo, que ha provocado que el ejecutivo comunitario vaya a abrirle un proceso de infracción.
El líder búlgaro ha hecho estas declaraciones ante los periodistas tras el almuerzo celebrado en el marco del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, donde Sarkozy ha explicado su política a los presidentes y primeros ministros de los otros 26 estados miembros, así como a Barroso y el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy.
"Nada se ha decidido" sobre la cuestión de los gitanos, ha adelantado el primer ministro búlgaro, que ha detallado que los dirigentes europeos buscará "en una próxima cumbre" poner en común "una estrategia a largo plazo para buscar una solución al problema".
Fuentes comunitarias han connfirmado que durante el almuerzo ha habido un choque entre ambos cuando Barroso ha respondido a las críticas de Sarkozy a Bruselas, lo que ha provocado que el ex primer ministro portugués "respondiese vigorosamente en defensa de la institución y el papel de la Comisión".
Escalada de reproches
Barroso ha indicado que "no quiere distraerse de su trabajo" con enfrentamientos, ha añadido la fuente.
Antes del almuerzo, Sarkozy se habría quejado ante los líderes europeos y Barroso de que "la Comisión ha herido a Francia", al comparar las expulsiones de gitanos con las deportaciones de la II Guerra Mundial.
La escalada de reproches y declaraciones encendidas entre París y Bruselas alcanzó esta semana su clímax al insinuar la comisaria Viviane Reding un paralelismo entre lo que está ocurriendo en Francia y las persecución de algunas minorías durante la Segunda Guerra Mundial.
Reding ha puntualizado sus comentarios y se ha disculpado ante el Gobierno francés, pero la cuestión sigue suscitando tensiones entre las instituciones y los gobiernos europeos.
La Comisión Europea sospecha que Francia ha expulsado a gitanos sin respetar la legislación europea de libertad de circulación, ya que se trata de ciudadanos europeos.
Llamamientos a la calma
Los líderes europeos han pretendido durante todo el día reducir la tensión entre el ejecutivo comunitario y Francia, apelando a que la Comisión solo cumple con su trabajo de velar por el cumplimiento de los tratados y evitando pronunciarse sobre el fondo del asunto.
España ha evitado manifestarse sobre la política de expulsión de gitanos del presidente francés al entender que la polémica desatada en los últimos días es un conflicto que deben resolver la Comisión Europea y Francia, según fuentes de Moncloa.
Las mismas fuentes agregaron que la política española sobre la población gitana y en materia de Derechos Humanos es "clara" y sin "ambigüedad" y que defiende un enfoque "integrador".
Sin embargo, se ha podido apreciar que antes del Consejo Zapatero y Sarkozy han mantenido una conversación sobre el asunto. El líder de la oposición española, Mariano Rajoy, sí ha mostrado su "respeto" a la política francesa sobre gitanos.
El presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, no se ha referido al asunto durante su breve intervención ante los gobernantes europeos, pero sí ante los periodistas en la rueda de prensa posterior.
Buzek ha respaldado públicamente la respuesta de la Comisión Europea (CE) ante la expulsión de gitanos en Francia, pero ha llamado a las partes a reducir la "tensión" y evitar una "retórica inflamatoria".
"La Comisión es la guardiana de la legislación y de los tratados. Ha iniciado un procedimiento (contra Francia) y ésa es la mejor solución", ha opinado el presidente de la Eurocámara, institución que la pasada semana aprobó una resolución impulsada por el centroizquierda en la que exigía a las autoridades francesas la suspensión inmediata de las expulsiones.
Buzek -miembro del Partido Popular Europeo (PPE) al que también pertenece el presidente francés, Nicolas Sarkozy- ha evitado repetir ese llamamiento, pero ha subrayado que Bruselas está en su derecho de intervenir para garantizar que se respetan las normas comunitarias sobre libre circulación y contra la discriminación.
El ex primer ministro polaco hizo especial hincapié en la necesidad de abordar la situación de los gitanos y de otras minorías como un problema común para toda la Unión Europea.