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La banca española vuelve a encontrar financiación en los mercados, según Moody's

  • La mejoría de la imagen de la deuda española y los test de estrés, las claves
  • En agosto, las entidades españolas pidieron un 16% menos al BCE
  • Aún así, la deuda de la banca nacional con el emisor europeo sigue siendo alta

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Moody's ha valorado positivamente el descenso de la deuda que la  banca española mantiene con el Banco Central Europeo (BCE) que, en agosto, se redujo hasta los  109.793 millones de euros. Esta cifra apunta, según la agencia de calificación, a que se están normalizando de forma progresiva las operaciones de financiación de las entidades  nacionales, gracias, en parte, a la publicación de los test de estrés  al sistema financiero.

La agencia de calificación crediticia destaca que el dato de  agosto -que rompe la racha de los dos récord consecutivos de deuda  con el BCE registrados en junio y julio- refleja el final de la  cerrazón de los mercados mayoristas de financiación para la banca española, producido a raíz de la crisis de deuda soberana.

Pidieron prestado un 16% menos que en julio

Esos 109.793 millones representan el saldo vivo que las entidades  residentes en  España tienen pendiente de devolver al BCE como  consecuencia de la  financiación que el instituto emisor europeo les ha  concedido previamente, y  supone una media de las operaciones diarias  que se realizan durante el  mes.

El mes pasado, la banca española redujo el valor de sus créditos con el BCE en un 16% respecto a julio, y eso fue posible porque las entidades pudieron conseguir en los mercados interbancarios e internacionales la financiación que necesitaban, en línea con el comportamiento de la banca europea, según Moody's.

En opinión de esta agencia de calificación, la buena imagen de la deuda española y la publicación de los test de estrés han sido determinantes para rebajar la dependencia de  la banca española de la financiación del BCE.

Gracias a la transparencia de los test de estrés

La información desvelada por las pruebas de solvencia realizadas a la banca  española refleja más detalles que la revelada sobre la salud del  sistema financiero de otros países, lo que ha permitido a los  inversores discriminar mejor entre entidades, recalca Moody's.

En cuanto a la situación de la deuda soberana, la firma incide en  que la brecha con el bono alemán sigue  en niveles históricamente elevados, aunque también destaca que España está recortando distancias respecto a los niveles  que marcaba en momentos de preocupación sobre el riesgo país y lo está haciendo mejor que otros países europeos.

Según los datos del Banco de España, la  deuda de la banca española con el BCE ha bajado  en agosto por primera vez en cuatro meses y representa la cuarta  parte del total del Eurosistema, es decir, del conjunto de bancos de la Unión Europea.

Los bancos españoles dispararon las peticiones de financiación en  junio hasta los 126.300 millones y en julio, hasta los 130.209  millones de euros, debido a las dificultades que encontraban entonces para  financiarse en el mercado.

Sin embargo, la relajación de las tensiones en el mercado  interbancario y de deuda ha permitido a las entidades reducir sus peticiones en agosto, cuando se ha registrado el primer descenso  desde el pasado mes de abril.

Aún así, necesitaron un 46% más que hace un año

Sin embargo, esa cantidad de agosto sigue siendo muy elevado -el tercero más alto  de la historia- e incrementa en un 46% el dato de hace un año, cuando se  situaba en 74.820 millones de euros.

En sentido contrario a lo ocurrido con la  banca española, el Eurosistema ha moderado sus peticiones en el último año. Así, en agosto, el conjunto del sistema había solicitado 428.464 millones de euros, un  25% menos que hace un año.

Desde junio de 2009, las peticiones de financiación de la banca  española se habían mantenido más o menos estables entre los 70.000 y  los 80.000 millones de euros, hasta que en junio y julio se disparó  por encima de los 125.000 millones de euros.

Los expertos subrayan que si las peticiones de liquidez continúan  moderándose podría registrar descensos en los próximos meses, y volver  a las tasas de principios de año, aunque subrayan que dependerá de  cómo evolucionen los mercados y de si desaparecen la desconfianza y  la incertidumbre que aún persisten.