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Los vecinos de la zona afectada por el vertido en Hungría podrán regresar, aunque sigue el riesgo

  • El Gobierno confía en la seguridad del dique de contención que levantado
  • Las grietas de la balsa siguen aumentando y ya hay un boquete de 20 metros

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Devecser, una de las aldeas húngaras afectadas por el vertido de lodo tóxico.
Devecser, una de las aldeas húngaras afectadas por el vertido de lodo tóxico.

El Gobierno húngaro ha asegurado este jueves que los habitantes de Kolontár, la aldea más afectada por el vertido tóxico de la pasada semana, pueden regresar el viernes a sus casas, pese a que sigue existiendo el riesgo de una nueva riada.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, ha insistido en la posibilidad de que la balsa que provocó el vertido del día 4 termine de fracturarse, lo que causaría una nueva fuga tóxica.

Illés ha explicado que siguen aumentando de tamaño las grietas en la balsa, donde ya hay un boquete de unos 20 metros de ancho y cuyos muros norte y oeste amenazan con desplomarse.

Una de las fisuras tiene ya 55 centímetros, después de haberse ensanchado 1,5 centímetros desde el miércoles.

Pese a ello, el Gobierno mantiene que no hay riesgo para los vecinos al entender que el dique de protección construido, en previsión de una nueva fuga, es suficiente protección.

Confianza en el dique de contención

"El dique de contención da la suficiente seguridad a los habitantes de Kolontár", ha asegurado este jueves el secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, según recoge la agencia MTI.

Las autoridades han levantado un dique de 1.500 metros de largo

Ante el riesgo de un nuevo vertido, las autoridades han levantado un dique de 1.500 metros de largo que aseguran será capaz de desviar y contener una nueva avalancha.

Con varios frentes abiertos, al menos, ya han zanjado uno: una comisión nombrada por el gobierno se hará con el control de la fábrica responsable del desastre. Esta misma semana quieren empezar a tomar decisiones. En manos de la administración muchos creen que se pueden garantizar las indemnizaciones y los puestos de trabajo. La nacionalización de Mal se ha aprobado en un tiempo récord.

Illés ha explicado que los aproximadamente 700 habitantes de la localidad serán informados a lo largo del este jueves de que en las próximas horas podrán regresar a sus casas.

Evacuación

El pueblo fue evacuado el sábado ante el peligro de que se fracturara totalmente la balsa de la el pasado día 4 se escapó la ola de lodos contaminantes.

Desde entonces, las autoridades permitieron a algunos vecinos acceder a sus propiedades para alimentar a sus animales de granja.

Sin embargo, una veintena de habitantes decidió regresar el mismo día de la evacuación, aunque se les exigió que firmaran una declaración en la que asumían la responsabilidad de volver a la zona de peligro.

Una veintena de vecinos de Kolontár decidieron regresar el mismo día de la evacuacuón

La portavoz de Protección Civil, Györgyi Tüttös, ha indicado este jueves que las calles de Kolontár y de Devecser, la otra localidad más afectada, han sido limpiadas con yeso por lo que en muchos puntos ya "desaparecieron las manchas rojas que había de dejado el lodo", mejorando así "la calidad de vida".

Además, los soldados destacados en Devecser para dirigir una posible evacuación de emergencia se han retirado ya a sus cuarteles.

Illés no se ha referido a posibles riesgos para la población por la presencia en el aire de polvo procedente del secado de los lodos tóxicos y que ha obligado a los operarios en la zona a usar mascarillas.

La planta retomará su actividad de inmediato

Por otra parte, se espera que la planta de producción de aluminio dueña de la balsa que provocó el vertido retome de inmediato su actividad.

Tímea Petróczi, también portavoz de Protección Civil, ha explicado que la producción en la empresa MAL podrá reiniciarse en las próximas horas, a expensas de "cuándo se consigan las autorizaciones oficiales".

El director de MAL, Zoltán Bakonyi, detenido esta semana bajo la acusación de negligencia, fue puesto en libertad el miércoles, ya que la fiscalía no pudo argumentar de forma convincente los cargos.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ya dijo el lunes que lo sucedido se debió a un error humano y que los responsables serían "castigados severamente".

De hecho, la empresa ha sido puesta bajo control estatal, para evitar que se pierdan los 3.000 puestos de trabajo que dependen de esta planta.