EE.UU. propone limitar el déficit o superávit comercial al 4% para evitar desequilibrios
- Las economías exportadoras, como Japón, Alemania e India, se han opuesto
- Es uno de los asuntos que centra la reunión G-20, junto a la guerra de divisas
Pese a los reiterados llamamientos a evitar el proteccionismo y coordinar la política economíca mundial, las discrepancias siguen predominando entre las principales potencias mundiales. En la reunión de ministros de Finanzas del G-20 que prepara la cumbre de jefes de Estado que se celebrará en dos semanas en Seúl, Estados Unidos ha propuesto limitar el superávit o el déficit por cuenta corriente de los países a una horquilla equivalente al 4% de su Producto Interior Bruto (PIB) desde 2015 como medio de acabar con los desequilibrios globales.
La propuesta estadounidense responde a su posición comercial, netamente deficitaria, lo que empeora a medio plazo la posición financiera: cuando las importaciones superan las exportaciones, es necesario financiar esas compras pidiendo dinero prestado, algo especialmente complicado en el actual contexto de escasez de crédito.
Según fuentes de la delegación surcoreana, la propuesta no ha sido bien recibida por gran parte de los ministros de Finanzas del G-20 reunidos en Gyeongju (Corea del Sur), pues no es bien vista por China e India, en el lado de las economías emergentes, ni por países industrializados como Japón y Alemania.
El ministro de Finanzas nipón, Yoshihiko Noda, ha confirmado la presentación de la propuesta estadounidense, tildándola de poco realista. Tanto Japón como Alemania son economías con gran dependencia de las exportaciones y con superávits comerciales relativamente estables, por lo que ambas delegaciones se han mostrado reacias a poner límites artificiales a sus cuentas. España, sin embargo, se encontraría en el caso opuesto, con un déficit comercial que este año se situará entre el 6% y el 9%, según las previsiones del Gobierno.
Guerra de divisas
Por su parte, China, con un superávit por cuenta corriente superior al 4%, sigue estando en el centro del debate, ya que Estados Unidos critica que mantenga el yuan artificialmente bajo para alimentar su balanza comercial.
La reunión del G-20, que termina mañana, intenta encontrar una salida a la guerra de divisas, muy relacionada con la posición comercial de los países de hecho, en los últimos meses se han detectado movimientos de los bancos centrales tendentes a mantener la cotización de sus monedas en niveles bajos, para favorecer sus exportaciones. Sin embargo, la devaluación de las monedas amenaza la recuperación global y acentúa los desequilibrios entre economías.
El encuentro, en el que participan también los gobernadores de los bancos centrales y los responsables de las principales instituciones económicas internacionales, sirve para preparar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G-20 que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre en Seúl.
Otros puntos incluidos en la agenda son la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), la supervisión de los mercados financieros y la disciplina fiscal de los miembros del G-20.