Rusia prolonga hasta julio el embargo sobre las exportaciones de cereales
- Primero se impuso hasta el 31 de diciembre, pero luego se alargó hasta septiembre de 2011
- La cosecha se ha reducido en 35 millones de toneladas debido a la sequía de este año
Rusia ha cosechado 60 millones de toneladas de cereales este año, según las previsiones revisadas por los efectos de la sequía y anunciadas este viernes por el primer ministro, Vladimir Putin. Con esa cifra, el Gobierno ruso sólo prolongará el actual embargo sobre las exportaciones hasta julio de 2011, en lugar de hasta septiembre como anunció el mes pasado.
"A pesar de las difíciles condiciones de sequía, se han cosechado en Rusia en torno a 60 millones de toneladas de cereales", ha señalado Putin, quien ha advertido que "ese es el volumen que se había previsto".
Durante una reunión en Rostov-sur-le-Don, una región agrícola del sudoeste del país, el primer ministro ruso ha asegurado que, "teniendo en cuenta las reservas existentes, esta recolección va a permitir atender las necesidades del país", por lo que ha descartado que vayan a realizarse importaciones de grano.
A pesar de eso, Putin ha confirmado que mantendrá hasta julio del año que viene el embargo decretado en agosto sobre las exportaciones de cereales, según ha informado la agencia Itar-Tass.
"Por ahora habrá que renunciar a la exportación de grano. La prioridad debe ser la estabilidad de nuestro mercado interno y la reserva alimentaria para el ganado", ha justificado.
Desencadenante de subidas de precios
Debido a la sequía y la canícula sin precedentes del pasado verano -origen también de los gigantescos incendios forestales registrados en el país- Rusia ha visto reducida su cosecha cerealística desde las 95 millones de toneladas previstas inicialmente, hasta 60 millones.
Para evitar que ese recorte provocase escasez de cereal en el mercado interior y la consiguiente subida de precios, el Gobierno ruso impuso el pasado agosto un embargo sobre las exportaciones que, en un primer momento, duraba hasta el 31 de diciembre de este año.
Esa decisión ha desencadenado un alza de precios en el mercado del trigo, ya que Rusia es el tercer exportador mundial de ese cereal. Además, del ese cereal, la medida afecta al centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.
Los sindicatos agrícolas han pedido en vano al Ejecutivo que no impusiera la prohibición, los países importadores comenzaron a buscar alternativas y los productores alertaron sobre una inmediata alza de los precios de los alimentos.
Recientemente, Putin prometió que Rusia regresaría en un "futuro cercano" al mercado internacional de grano para recuperar su lugar en los líderes del sector.
Según el Ministerio de Agricultura ruso, las necesidades del país son de 77 millones de toneladas anuales, mientras que las reservas estatales de grano ascienden a 26 millones.
Ayudas a los productores, ¿una medida electoralista?
El primer ministro ha reconocido que el Gobierno ha tenido que asignar una gran cantidad de dinero en ayudas a productores y campesinos, puesto que -según Putin- era la única forma de evitar que se dispararan los precios del pan, la harina y otros productos básicos.
No obstante, los analistas consideran que la medida es electoral, ya que la subida de los precios pondría a las autoridades en dificultades de cara a las cruciales elecciones parlamentarias de 2011 y las presidenciales de 2012.
Las fértiles regiones bañadas por el río Volga, las más afectadas por la sequía, han recogido 6,67 millones de toneladas frente a los 20,69 millones del pasado año. Mientras, las regiones centrales de la parte europea del país recogieron sólo 10,1 millones de toneladas, frente a los 21,1 millones de 2009.
En la primera mitad del año, antes de la ola de calor, Rusia había exportado 8,48 millones de toneladas de trigo, un 20,8% más que en el mismo período de 2009.