El Parlamento francés aprueba la reforma de las pensiones

• Su promulgación como ley se prevé para mediados de noviembre
• El Partido Socialista ha anunciado un recurso ante el Consejo Constitucional

La Asamblea Nacional francesa ha aprobado este miércoles de forma definitiva la reforma las pensiones, con lo que el proyecto de ley impulsado por el Gobierno galo sólo estaría pendiente de la firma del presidente Nicolas Sarkozy, prevista para mediados de noviembre.

La versión definitiva del proyecto de ley (que incorpora las enmiendas aprobadas en ambas Cámaras legislativas) ha recibido 336 votos a favor de los diputados conservadores y centristas, y 233 en contra de la oposición de izquierdas.

Este martes, el Senado ya le había dado el visto bueno al texto definitivo, después de vivir un prolongado debate -16 días y 143 horas-, que se ha convertido en el más largo desde el comienzo de la V República de Francia, promulgada en 1958.

"El Gobierno ha ganado la batalla, pero el combate prosigue", han asegurado desde el Partido Socialista, que ha anunciado la presentación de un recurso ante el Consejo Constitucional y ha mostrado su intención de restablecer la edad mínima de jubilación a 60 años si vuelven al poder.

El ministro de Trabajo, Eric Woerth, que ha defendido el texto en las dos Cámaras, ha acusado de irresponsabilidad a la oposición por no sumarse a una reforma que considera imprescindible, como pone de manifiesto el hecho de que todos los países vecinos lo han aprobado o están haciéndolo.

Sarkozy quiere "pasar página"

Después de esta aprobación, y según los asesores próximos al presidente, la consigna en el Gobierno francés es no hablar de victoria para evitar ampliar la brecha con los sindicatos y parte de la ciudadanía.

Sarkozy quiere "pasar página"para comenzar una nueva fase política que, según todos los analistas franceses, estará marcada por una remodelación del Ejecutivo.

El primer ministro, François Fillon, ha advertido de que -una vez aprobada definitivamente por el Parlamento- debe "ser aceptada por todos a partir de ahora" y ha realizado un llamamiento para "salir de esta crisis" social.

"El vigor de los debates ha sido legítimo, pero la ley de la República debe ser aceptada por todos a partir de ahora. Cada uno debe saber salir de esta crisis con responsabilidad y respeto recíproco", ha indicado Fillon en un comunicado.

Se mantiene la movilización ciudadana

Esta ratificación parlamentaria llega un día antes de la nueva jornada de movilización nacional convocada por los sindicatos franceses en protesta por una reforma de las pensiones que, entre otras cosas, retrasa la edad mínima de jubilación desde los 60 años a los 62, y que eleva de 65 a 67 años la edad hasta la que se tendrá que trabajar para recibir la pensión completa, cualquiera que sean los años que se haya cotizado.

Esos cambios entrarán en vigor de forma progresiva y no estará plenamente establecidos hasta 2018.

Esta nueva jornada de protesta será la séptima que se celebra en el país desde septiembre y la décima desde que el Gobierno francés puso en marcha la reforma, en marzo pasado.

En opinión de la portavoz de uno de los sindicatos convocantes, Annick Coupé, de la Unión Sindical Solidaria, "todos los que se movilizan desde hace semanas siguen considerando que esta reforma es profundamente injusta y, aunque se haya aprobado, sigue siendo inaceptable", ha señalado en una entrevista con el diario Le Monde.

"La ira social se mantiene muy fuerte y la idea de que este Gobierno está al servicio de una minoría está muy presente", ha advertido Coupé.

Una de cada cinco gasolineras, sin carburante

Mientras tanto, los paros que más presentes han estado en la sociedad en estos últimos días, los de las refinerías, empiezan a desactivarse.

Después de que la Policía desbloqueara por la fuerza y asumiera el control de las 12 refinerías de todo el país, los trabajadores de cinco de ellas han decidido abandonar la huelga.

Sin embargo, la redistribución de carburante sigue afectado y este miércoles una de cada cinco gasolineras tiene poco o nada de combustible.