El temporal remite pero aún mantiene a 32 provincias en alerta por viento y lluvias
- Siete de ellas están alerta naranja por riesgos costeros en el litoral cantábrico
- En Asturias, Guipúzcoa y Vizcaya hay riesgo por nieve
La AEMET mantiene la alerta para 32 provincias este miércoles debido al fuerte temporal de viento y lluvia que este martes se ha cobrado dos muertos, y un desaparecido en Galicia.
De las alertas, nueve de ellas son por riesgo importante (Alerta Naranja) en el litoral debido a las grandes olas y fuertes rachas de viento en A Coruña, Lugo, Pontevedra, Cantabria y Canarias, además de Asturias, Guipúzcoa, y Vizcaya, donde también están en alerta por nevadas.
Por otra parte, permanecerán en Alerta Amarilla por 'riesgo' otras 22 provincias de Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla La Mancha y Castilla León, Cataluña, Navarra, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, La Rioja, Melilla y Murcia.
Vientos de 95 kilómetros por hora
En concreto, el fuerte viento, que pueden alcanzar hasta 95 kilómetros por hora, según la predicción de la Aemet, afectará a Teruel, Zaragoza, Barcelona, Lleida, Tarragona, Alicante, Castellón, Valencia, La Rioja, Albacete, Segovia y Soria.
Además de fuertes rachas de viento, también existe riesgo de nevadas en Burgos, León, Palencia y Navarra. Así, la cota de nieve en el extremo norte peninsular permanecerá entre los 1.000 y los 1.300 metros.
Las lluvias afectarán principalmente al Cantábrico, donde serán localmente fuertes y persistentes, pudiendo ir acompañadas de tormentas.
Efectos del temporal
El fuerte temporal de viento y lluvia ya ha causado numerosos destrozos especialmente en zonas costeras del norte. El pasado martes, toda la península está estuvo bajo avisos de alerta roja, naranja o amarillos, dependiendo de la intensidad del viento y las lluvias.
En el litoral cantábrico las olas han arrastrado balaustradas y zonas de paseo marítimo ha causado destrozos en paseos marítimos de Santander, Gijón (Asturias) Getxo y San Sebastián (País Vasco), y A Coruña (Galicia) .
También en levante y en el sur, el viento ha obligado a dejar las flotas amarradas por el fuerte oleaje.