Suu Kyi: "La base de la libertad democrática es la libertad de discurso"
- Suu Kyi celebra su primer mitin político tras ser liberada
- Ha defendido la libertad de expresión y la democracia
- Llama a la implicación de los ciudadanos en la vida política
- Asegura que no siente hostilidad contra la Junta Militar
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La activista opositora birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, defendió este domingo la existencia de la libertad de expresión como "base de la libertad democrática en Birmania" en su primer discurso público tras haber sido liberada de su arresto domiciliario.
Suu Kyi ha realizado un llamamiento para que los ciudadanos comiencen a actuar en la vida política del país.
"Si queremos conseguir lo que deseamos, tenemos que hacerlo de la forma correcta", ha dicho la activista.
"La base de la libertad democrática es la libertad de expresión", aseguró en el discurso realizado en la sede de su ahora disuelto partido, la Liga Nacional para la Democracia (NLD).
"Dejadnos saber qué pensáis, qué tenéis en mente. Me gustaría saber qué ha cambiado en los últimos seis años", proclamó.
Esperanza y lucha
"No perdáis la esperanza. No hay ninguna razón para dejar de creer. Incluso si sois apolíticos, la política vendrá a vosotros".
La activista aseguró que, en este sentido, "la Democracia tiene lugar cuando el pueblo controla al Gobierno. Aceptaré que el pueblo me controle" y llamó al pueblo birmano a "levantarse por sus derechos".
Aung San Suu Kyi aseguró que no conserva "hostilidad alguna" hacia los responsables de su arresto.
"Las fuerzas de seguridad me trataron bien. Quiero pedir a la Junta Militar que trate igual de bien al resto del pueblo", declaró.
En última instancia, la activista se declaró preparada para trabajar "estrechamente" con el resto de fuerzas democráticas del país y a "considerar seriamente" el deseo de los birmanos de que la comunidad internacional levante las sanciones que actualmente pesan sobre el régimen militar dirigido por el general Than Shwe.
Reunión con embajadores extranjeros
Sus partidarios jaleaban entusiastas y portaban carteles con mensajes de cariño hacia Suu Kyi, que vestía blusa verde oscura y llevab< el pelo adornado con flores, como es habitual en ella.
Previamente, la Nobel de la Paz, de 65 años, se reunió con varios embajadores extranjeros y, a lo largo del día, tiene previsto visitar la pagoda de Shwedagon, la más venerada de Birmania (Myanmar).
Suu Kyi y su partido, la disuelta Liga Nacional para la Democracia (LND), se encuentran con un nuevo marco político, tras las elecciones del pasado 7 de noviembre ganadas por el partido afín a los militares.
Liberación "incondicional"
La Nobel de la Paz fue liberada anoche tras cumplir siete años y medio de arresto domiciliario por enfrentarse al régimen militar que ha gobernado el país desde 1962.
Más de 3.000 seguidores se abalanzaron hacia la vivienda de Suu Kyi cuando los soldados retiraron las vayas y los alambres de espino y apenas podían contener la emoción cuando su líder se asomó por encima de la verja.
Fuentes de la LND indicaron que la liberación ha sido "incondicional", aunque se teme que los militares puedan volver a encerrarla con cualquier excusa tal como hicieron en el pasado.
La sentencia estaba pensada para que la "Dama", como la llaman cariñosamente muchos birmanos, no pudiese participar en los pasados comicios.
La mayoría de los líderes mundial celebraron la libertad de Suu Kyi, al tiempo que recordaron que otros 2.100 prisiones políticos continúan en la cárcel o confinados en sus casas.
"Si Aung San Suu Kyi vive en la prisión de su casa o en la prisión de su país, no cambia el hecho de que ella, y la oposición que representa, ha sido sistemáticamente silenciada, encarcelada y sin la oportunidad de participar en el proceso político", dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Suu Kyi ha vivido bajo arresto domiciliario 15 de los últimos 21 años por enfrentarse por medios pacíficos al régimen militar birmano.