Berlusconi, "El rey que ríe"
- Simone Barillari ha publicado un libro sobre Il Cavaliere y sus chistes
- Asegura que el primer ministro ha hecho suyo un lenguaje cómico personal
No os fiéis de quien no sabe reír. La frase es de Silvio Berlusconi y ha servido para que Simone Barillari estudie a Il Cavaliere y sus chistes. Así nace el libro titulado “El rey que ríe”. Se trata de un ensayo con el que el autor analiza el fenómeno Berlusconi para decir que ha conquistado Italia haciendo reír y las risotadas de los italianos ha sepultado a los opositores.
El autor sostiene que el lenguaje cómico es el fundamento de su lenguaje político. Vaya donde vaya, siempre tiene alguna referencia graciosa. A los napolitanos, le dice, por ejemplo, que son los amantes más románticos.
Berlusconi, nunca sin argumentos
Si está con venecianos, tiene una de venecianos, si es con los carabineros, una de policías. No le faltan los argumentos. Conquista al auditorio porque, mientras habla de la crisis de gobierno, es capaz de hacer una finta y empezar con una historia de un avión donde están Obama, Berlusconi, el papa y un asistente.
Berlusconi alardea de que conoce más de 2.000 historietas. Según Simone Barrillari, cada mañana, su equipo le prepara unas cuantas y él ensaya para ver cuales tienen mejor aceptación.
Una gloriosa es esa en la que Dios dice a Berlusconi que convertir el cielo en una sociedad de acciones es genial. Pero Dios, un tanto confuso pregunta a Il Cavalliere... Pero hay una cosa que no entiendo, ¿por qué yo debo ser el vicepresidente?
El autor de este libro ha llegado a la conclusión de sólo puede tomarse en serio a Berlusconi cuando bromea
Ni una a los medios
Mientras el primer ministro estudia si convocar una manifestación de apoyo a su gobierno poco antes de la moción de censura, ha protagonizado su última salida de la normalidad.
Silvio Berlusconi ha telefoneado en directo a un programa de la RAI después de que pasaran un vídeo en el que él aseguraba, hace dos años, que terminaría rápidamente con el problema de las basuras.
Bastante ofuscado ha dicho al presentador que se cree que es el dueño de la Rai mientras que la radiotelevisión pública es pagada por todos los italianos. Después de llamar al locutor manipulador porque sólo deja hablar a la izquierda, antes de colgar le dice que él sabe más de televisión y que esa técnica no funciona con Berlusconi. Tras desear buenas noches, il Cavalliere cuelga el teléfono mientras el presentador trata de explicarse.