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Paco Roca: "En la España de los 50 lo mejor era no destacar, y menos si eras del bando perdedor"

  • 'El invierno del dibujante' narra la creación de la revista 'Tío Vivo'
  • "Un sueño imposible de 5 dibujantes que reivindicaban los derechos de autor"

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Viñetas de 'El invierno del dibujante', de Paco Roca
Viñetas de 'El invierno del dibujante', de Paco Roca

PACO ROCA (Valencia-1969)

Apasionado lector de Mortadelo y Filemón y Tintín, Paco Roca se inició en el mundo del cómic con historietas eróticas para la revista Kiss Comix. Luego colaboró en la revista 'El Víbora', donde creó el universo 'Road Cartoons' junto al guionista Juan Miguel Aguilera. Con 'El juego Lúgubre' (La Cúpula) buscó paralelismos entre Drácula y Dalí. Un álbum que le abrió el mercado francés donde publicaría obras como 'Las aventuras de Alexandre Icaro' o 'El faro' (2004). Y en 2007-08 se ve sorprendido por el éxito de 'Arrugas' (Premio Nacional del Cómic, así como mejor obra y autor en el salón del cómic de Barcelona y reconocido como uno de los mejores álbumes editados en Francia). Desde entonces ha publicado 'Las calles de Arena' y 'Emotional World Tour' junto a Miguel Gallardo, además de 'El invierno del dibujante'. Actualmente colabora en la adaptación cinematográfica de 'Arrugas' y prepara un álbum "basado en una historia real y ambientado en la Segunda Guerra Mundial".

"El Invierno del dibujante (Astiberri) nace de un sueño infantil. Crecí con los tebeos de Bruguera, con Mortadelo y Filemón... esos dibujantes eran mis ídolos y me preguntaba cómo era ese mundo mágico de los creadores de tebeos. Esta es la obra que siempre quise hacer". Así describe su última obra Paco Roca (Premio nacional del cómic por Arrugas (Astiberri).

Un libro que cuenta la odisea de cinco estrellas del cómic, Carlos Conti, Guillermo Cifré, Josep Escobar, Eugenio Giner y José Peñarroya que en 1957 decidieron abandonar la todopoderosa editorial Bruguera y crear su propia revista de cómics con el título de 'Tío Vivo'.

"Fueron pioneros a nivel mundial en la lucha por los derechos de autor, asegura Paco Roca, decidir irse de Bruguera para poder controlar y gestionar sus personajes no tenía precedentes. Y menos en aquella época en la que el ambiente del franquismo no era el más propio para reivindicaciones. Y además eran 5 autores republicanos. En esa época lo mejor era no moverte y no destacar. Y menos si eras del bando perdedor de una guerra"

"Hasta 1960 los autores de 'Pilote' y algunos norteamericanos no empezaron la lucha por los derechos de autor, por lo que casi fueron pioneros a nivel mundial. Y en España Ibáñez (Mortadelo y Filemón), Jan (Superlópez) y Escobar (Zipi y Zape) no recuperaron a sus personajes hasta mediados de los 80"

"Unos genios injustamente olvidados"

A pesar de que esos autores habían creado algunos personajes históricos del cómic español, como Carioco, El repórter Tribulete, Carpanta, el Inspector Dan o Don Pío, no pudieron conseguir su sueño. Bruguera era la editorial más importante de la época y pronto se vieron boicoteados y acabaron teniendo que regresar a Bruguera donde, en su ausencia, habían llegado nuevas estrellas como Francisco Ibáñez.

"Creo que han sido injustamente olvidados. En su momento fueron auténticas estrellas. Las revistas de Bruguera vendían un millón de ejemplares a la semana (De El invierno del dibujante se han lanzado 7.000) y sus personajes marcaron a varias generaciones. Y dieron lugar a frases populares como "Pasas más hambre que Carpanta". Incluso Rafael Azcona mencionaba a Gordito relleno en El pisito.

"En su momento, continua Paco, los dibujantes trabajaban a destajo pero ganaban sueldos aceptables. Y ahora salvo los que han seguido trabajando como Ibáñez, Escobar o Jan, los demás han sido olvidados, ya casi nadie recuerda a Conti o a Giner".

Una esmerada reconstrucción de época

"Lo más difícil para este libro ha sido la documentación, nos cuenta Paco Roca, y eso que ahora hay mas información sobre Bruguera gracias a los libros de Antoni Guiral. Además he hablado con algunos de los autores que quedan vivos, como Víctor Mora, que no está muy bien de salud; Julia, que fue redactora en los 60, o Jordi Bayona (Una de las figuras clave de Bruguera) Y he conseguido información de primera mano".

"Después he recurrido al NODO, a grandes fotógrafos de la época como Català Roca, y a películas, aunque la mayoría transcurrían en Madrid, pero me han servido para recrear el espíritu de la época, y esa sociedad gris, con miedo continuo a moverse o a levantar la cabeza. También las películas de Berlanga".

Lo curioso es que este trabajo se publica en el centenario de Bruguera y unos meses después del estreno de El Gran Vázquez, la película sobre uno de los genios del cómic español que también aparece en El invierno del dibujante.

"Coincidir con la película sobre Vázquez y el centenario de Bruguera ha sido pura casualidad, porque el mío era un proyecto de toda la vida en el que comencé a trabajar más en serio hace 3 años. Pero el proceso de recoger información ha sido muy complicado. Al final aceleré un poco para adelantarme a la película de Vázquez (Bromea) pero creo que ha sido una serie de casualidades. Creo que estas coincidencias son fruto de una generación que ahora recuerda sus raíces: los tebeos de Bruguera"

"He enviado ejemplares a Víctor Mora, Ibáñez y Ángel Nadal"

Paco Roca se ha sentido arropado por sus lectores en el pasado Salón del Cómic de Getxo: "Estoy alucinando de lo bien que ha funcionado. Ya hemos colocado la primera edición, de 7.000 ejemplares y estamos pensando en la segunda".

"He enviado ejemplares a Francisco Ibáñez, Victor Mora y Ángel Nadal y, de momento no he tenido respuesta, pero todos están retratados con cariño y creo que les gustará. Hay otro tema que me ha sorprendido y es que, cuando estaba documentandome, pensaba que la gente estaría deseando hablar de aquella época pero para ellos ya es agua pasada, y no querían hablar, aunque no debería sorprendernos, porque para ellos han pasado casi 60 años"

El libro tiene algunos puntos en común con Los profesionales (Glénat) la magnifica obra de Carlos Giménez en la que el autor madrileño recordaba sus inicios en la agencia Selecciones Ilustradas en los años. "Soy un gran admirador de Carlos Giménez, asegura Paco, y las dos obras tienen puntos en común, aunque el suyo es un punto de vista autobiográfico".

"Ambas obras comparten cosas del mundo triste de los dibujantes de tebeos en los 50 y los 70 en los que la profesión no estaba muy bien vista, algo que parece que está cambiando en los últimos tiempos. Ahora no vendemos un millón de ejemplares pero el cómic ha abierto fronteras en cuanto al público y se respeta más a los autores".

"Desde la publicación de Arrugas, en 2007, Paco no ha parado: "Ahora quería tomarme un descanso, pero antes voy a ayudar al equipo de la película de animación de Arrugas, que ya está muy avanzada. Estoy viendo como se mueven algunos personajes y me siento una especie de Frankenstein viendo cómo mis personajes cobran vida. Y después quiero adaptar al cómic una historia real que se sitúa alrededor de la Segunda Guerra Mundial y de la que no voy a contar más cosas".

Esperamos impacientes esos nuevos trabajos de Paco Roca y mientras asistiremos al aluvión de premios que va a recibir El invierno del dibujante, porque se trata de una de las obras más importantes de los últimos años, una verdadera obra maestra.