Italia juzga a los protagonistas de los incidentes en las protestas en Roma

• Se arriesgan, como mucho, a 5 años de prisión
• Los daños generados se han cuantificado en torno a los  15 millones

Hoy son juzgados una veintena de jóvenes que participaron en los incidentes de anteayer en Roma. Han sido pillados en flagrante delito y se les puede aplicar la norma que en Italia se denomina “ direttissima”.

El ayuntamiento se ha constituido en parte civil. En principio se cuantificó los daños   en 20 millones, ahora   se considera que   oscilarían en torno a los 15 millones de pérdidas. Los testigos aseguran que actuaron como una guerrilla urbana. Uno cuenta cómo entraron en un bar, se encerraron   y cogieron sillas y mesas para lanzarlas contra las fuerzas del orden.

El peligro ante manifestaciones futuras

El prefecto de Roma lanza la alarma de que esa violencia pudiera reproducirse en futuras manifestaciones. "Temo más   expresiones de violencia. No obstante, estamos preparados para defender el parlamento que es un lugar sacrosanto", ha asegurado el responsable de las fuerzas de seguridad.

El ministro del interior, Roberto Maroni, comparecerá mañana en el parlamento para explicar lo sucedido. Pocas horas después de los incidentes, felicitó a las fuerzas del orden porque evitaron una tragedia. Según sus propias palabras, unos 2.000 infiltrados entre los manifestantes podrían haber causado   algún hecho mucho más lamentable. El agente de policía que esgrimió su arma y   aparecía ayer en   fotografía de todos los periódicos,  asegura que no quería disparar y que un arma no se empuña tal y como la tenía él.   A pedradas, los manifestantes le habían arrancado el escudo y el casco, le habían quitado las esposas y entonces se le cayó la pistola. Fue cuando la cogió porque temía que cualquier alborotador pudiera agarrarla. Son las explicaciones del agente que sufre un traumatismo en la frente.

Los que hoy son juzgados tienen entre 17 y 35 años. Prácticamente ninguno de ellos pertenece a grupos de reventadores profesionales.   No son individuos antisistema. Por eso se arriesgan, como mucho a 5 años de prisión. Sin embargo, voces de la propia judicatura romana, adelantan que, en la mayoría de los casos recaerán penas de arresto domiciliario.