Medir la felicidad de los trabajadores, la propuesta de EE.UU. para evitar más filtraciones de Wikileaks
- Busca conocer el grado de satisfación de los trabajadores
- El fin último, saber si constituyen una "amenaza interna"
Ver también: Las piezas del "Cablegate"
¿Eres feliz con tu trabajo? ¿Tienes cambios de humor frecuentes? ¿Has viajado últimamente a menudo al extranjero? Son preguntas que, en un principio, no tendrían que resultar sospechosas. Las puede realizar cualquier empresa como medida corporativa o para evaluar la situación de sus trabajadores. Pero Estados Unidos las quiere utilzar para algo más.
Quiere saber si eres "un peligro potencial" que en cualquier momento pudiera filtrar informaciones que, como ha hecho Wikileaks, ponga al descubierto algunos de sus secretos mejor guardados.
Las nuevas medidas contra Wikileaks
Varios medios estadounidenses se hacen eco de las nuevas medidas tomadas por la administración Obama para prevenir, en la medida de lo posible, filtraciones de material clasificado. El objetivo es que sean medidas agresivas en las que la empresa o administración en cuestión debe colaborar de forma activa.
Como parte de este programa, funcionarios y empleados específicamente elegidos deben encargarse de detectar "cambios de humor" y el estado emocional de aquellos trabajadores que tengan acceso a documentos secretos.
“Esto es paranoia, no seguridad“
Así lo recoge una detallada memoria de once páginas que ha sido especialmente preparada por miembros de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y el director de la Oficina de Estados Unidos de la gerencia y del presupuesto (OMB), Jacob J. Lew. Este programa ha sido enviado a todos los altos cargos de las oficinas que trabajan en agencias con material clasificado.
Pero no solo importa el grado de conformismo con el trabajo. También hay que informar sobre los contactos que los trabajadores tienen en los medios de comunicación.
Son sin duda, grandes esfuerzos que siguen la línea de disuasión como los que se han realizado contra el soldado Bradley Maning (acusado de filtrar documentos a Wikileaks) y que buscan ser más fuertes aunque, eso sí, según el experto en seguridad nacional Steven Aftergood, es muy probable que no sean eficaces.
"Esto es paranoia, no seguridad", asgura Aftergood, quien se ha hecho con una copia de la memoria y la ha analizado detalladamente.
"Esto es triplemente absurdo"
Por ejemplo, la idea de que se requiera a todos los trabajadores sobre sus contactos en los medios es "absurdo", según este experto ya que se trata de una medida que habitualmente emplea la CIA y otros organismos de investigación para encontrar a espías.
Con todo, la oficina de la Casa Blanca tiene muy claro el motivo por el que esta memoria puede ser útil: "Una fuerte contrainteligencia y posturas firmes son necesarias para proteger el material clasificado. Estas preguntas son necesarias como primer paso para saber el grado de seguridad que tiene tu empresa".
Por ello todo importa sobre el trabajador cuando está en el trabajo... y cuando no lo está porque el dossier también recomienda saber si los trabajadores han visitado o no durante su jornada la página de Wikiliaks, o si lo han hecho desde sus casas. Tambien importa si han visitado o no frecuentemente el extanjero... todo está en el punto de mira.
Al final según esta memoria, la pregunta que las empresas deben hacerse es clara: "¿Tenemos las bases de un programa de amenaza interna?".