La mayoría republicana tarda 48 horas en iniciar la revocación de la reforma sanitaria de Obama
- Votan el procedimiento para revocar la ley, tal y como prometieron en campaña
- La votación para acabar con el mayor logro de Obama será el miércoles
- El intento está destinado a fracasar en el Senado, de mayoría demócrata
La nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes ha iniciado su ofensiva contra la reforma sanitaria del presidente de EE.UU., Barack Obama, solo dos días después de comenzar su legislatura tras la victoria aplastante en los comicios legislativos del pasado mes de noviembre.
Con una casi total disciplina de voto, la cámara baja ha aprobado por 236 votos a favor frente a los 181 demócratas en contra las reglas para debatir la derogación de la reforma sanitaria, cuyo voto se espera para el próximo 12 de enero.
Solo cuatro demócratas se han unido a los republicanos para votar el procedimiento un día después de que los líderes del Senado -controlado por el demócrata- advirtiesen que la derogación moriría en la cámara alta. La Casa Blanca también advirtió el jueves que Obama vetaría la ley si llegaba a sus manos.
Condenada al fracaso
Pero esta segura derrota no ha parado a los republicanos en la Cámara, que han calificado la reforma sanitaria "un desastre económico y fiscal sin precedentes", en palabras del representante Daniel Dreier.
"Es momento de deshacerla antes de que haga más daño del que está haciendo rápidamente", ha añadido.
Los republicanos tratan de resaltar el aspecto económico de su iniciativa, llamando a la legislación que quieren impulsar la "ley de revocación de la reforma sanitaria destructora de empleos".
Sobre sus esfuerzos para revocar el llamado 'Obamacare' los republicanos argumentan que están cumpliendo el "deseo de la gente" que votó por ellos en las elecciones.
Lass encuestas muestran que los americanos están divididos sobre la ley, con casi la mitad que cree que deberían tener más tiempo para forjarse una opinión.
Promesa electoral
Los republicanos hicieron campaña para "revocar y sustituir" la reforma del pasado mes de febrero y la votación del viernes muestra que en pocos días la Cámara seguirá sus deseos.
"No es una sorpresa para vosotros ni debería ser una sorpresa para nuestros colegas demócratas ni para los americanos que queramos revocar la ley de reforma sanitaria", ha subrayado el nuevo presidente republicano del Cámara, John Boehner.
Sin embargo, mientras que la revocación está destinada a morir en las próximas semanas, los republicanos podrían usar sus poderes en la cámara para recortar los fondos federales para la implementación de la ley, quitándole provisiones clave.
"El voto de la próxima semana será simbólico pero el futuro puede tener más consecuencias", ha declarado Paul Van de Water, economista especialista en sanidad del think tank progresista Center on Budget and Priority Policies, a la MSNBC.
"El auténtico enfrentamiento ocurrirá si la cámara republicana trata de usar el procedimiento de apropiación para denegar fondos al Departamento de Salud y al Departamento del Tesoro para implementar la reforma", ha añadido. Los republicanos aún no se han pronunciado en este sentido.
Para Dean Rosen, antiguo asesor del ex senado Bill Frist y lobbysta de la empresa Mehlman, Vogel and Castagnetti, la revocación de los republicanos "es una materia de mantener su palabra a los votantes, haciendo lo que dicen y diciendo lo que hacen".
"Decir que es puramente simbólico le quita la importancia de hacer esto ahora. Ellos realmente creen en ello, no es solo una postura política", añade al mismo medio.
Los republicanos se quejan de que la ley puede desincentivar a las empresas con altos costes y complicadas regulacionesm dañando la economía en un momento en que el desempleo se encuentra en el 9,4%.
Además aseguran que si logran revocarla, pronto harán reformas más efectivas de los seguros sanitarios.
Polémico informe
Los demócratas han señalado la ley como un elemento histórico para dar cobertura sanitaria a más de 30 millones de personas que actualmente no se lo pueden permitir y además baja los costes médicos y aumenta la protección al consumidor.
"Podemos elegir entre dar beneficios valiosos a millones de americanos mientras reducimos nuestra déficit...o elegir terminar con valiosas protecciones sanitarias para millones de personas y añadir otros 230.000 millones de dólares al déficit nacional", ha respondido la representante demócrata Louise Slaughter.
Ese déficit se refuere al impacto que tendría en los presupuestos de EE.UU. la revocación de la reforma sanitaria para 2021, según la oficina de presupuesto en el Congreso.
Este análisis, que se hizo público el jueves, ha alimentado el debate entre republicanos y demócratas sobre el impacto fiscal de la ley y los esfuerzos para reducir el déficit, que ahora ya se sitúa en los 1,3 trillones de dólares.
Los republicanos rechazan el informe de la oficina, diciendo que se basa en presupuestos equivocados.
Algunas partes de la reforma ya están en vigor mientras que otros aspectos tienen que entrar en vigor en los próximos cuatro o cinco años.