Obama y Hu, una cena con el mundo como menú
- Los dos hombres más poderosos del mundo cenan en privado
- Tratan sobre la valoración del yuan, derechos humanos y potencial militar
- EE.UU. le da un recibimiento por todo lo alto tras 'calentar' el ambiente
- Ambos mandatarios dan una rueda de prensa conjunta esta tarde
De entrante, la venta de armas de Taiwán y la creciente presencia militar en Asia. Como primer plato -y principal- las disputas sobre la infravaloración de la moneda china y el difícil acceso de las empresas americanas al mercado interior chino. De segundo, la necesidad de presionar a Corea del Norte para que ceda su hostilidad hacia el sur. Y de postre, ese tema tan inevitable como comprometedor: los derechos humanos.
Ése era el menú que los dos hombres más podersos del planeta, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el chino, Hu Jintao tuvieron sobre la mesa en una cena íntima e inusual el pasado martes en el que tenían como reto suavizar las tensiones inevitables entre las dos principales potencias mundiales y buscar objetivos comunes que puedan buscar Pekín y Washington, condenados a entenderse, pero también a ser rivales.
La cena, a la que también asistieron el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Tom Donilon, y la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, junto a dos altos cargos chinos se produjo sin luz ni taquígrafos en la Old Family Dining Room de la Casa Blanca. Nadie tomó notas ni se ofrecieron esquemas de los debates, según informa la MSNBC.
El objetivo, tal y como ha señalado este viernes la propia Clinton era encontrar tantos puntos de acuerdo como sea posible al considerar que las relaciones entre las dos superpotencias es clave para la estabilida mundial en el siglo XXI.
"Queremos buscar tantas oportunidades de que ambas partes ganemos como podamos porque esta relación va a determinar de muchas formas la paz, la estabilidad y la prosperidad en el siglo XXI", ha subrayado Clinton en una entrevista la NBC.
Antes de la cena, Hu fue recibido por todo lo alto, lo que para el presidente chino ya era un elogio en sí mismo después de su anterior visita a la Administración Bush en 2006, que se saldó incluso con la irrupción de un activista pro tibetano en plena rueda de prensa con el ex presidente de EE.UU.
En alfombra roja
El presidente chino fue recibido en alfombra roja a su llegada a la base aérea de Andrews, donde le recibió el vicepresidente de EE.UU. Joe Biden y una guardia militar.
Posteriormente se encontró con Obama y ambos participaron en un encuentro con una delegación de 18 líderes empresariales chinos y estadounidenses, que para sorpresa del presidente chino no se centraron tanto en el problema de la apreciación del yuan -que lleva concentrando las disputas entre ambos países en el último año- como en las restricciones del propio mercado chino.
Según informa The New York Times, una serie de restricciones comerciales impuestas por el Gobierno chino que incluyen controles administrativos, transferencia de tecnología, subsidicios a compañías doméstias y leyes para favorecer negocios gestionados por chinos han enfurecido a muchas compañías estadounidenses, que ven cómo se están quedando fuera del creciente mercado chino.
Para Obama la visita representa una oportunidad única para llevar a cabo su compromiso de unas relaciones internacionales marcadas por el compromiso y la confianza, pese a que tiene una importante presión no sólo de líderes empresariales, también de activistas pro derechos humanos para enfrentarse con Pekín.
Rueda de prensa conjunta
Por este motivo, diferentes secretarios del Gobierno Obama han estado realizando declaraciones enérgicas en los últimos días sobre diferentes temas -fundamentalmente la valoración del yuan, derechos humanos y despliegue militar- con el objetivo de que, tras la alfombra roja a Hu hubiese una postura firme sobre los temas que les dividen.
En concreto, el secretario de Defensa, Robert Gatesm advirtió de que Estados Unidos podría aumentar su inversión militar para contrarrestar el creciente potencial chino mientras el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, recordaba a China que debería permitir que su moneda ganase valor y la secretaria de Estado Clinton criticaba la política china de derechos humanos, mencionando el caso del premio Nobel encarcelado Liu Xiaobo.
"Esto ha sido una campaña bien orquestada y pensada en las últimas do semanas", asegura David Rothkof, experto en seguridad nacional en la Administración Clinton al Times que considera que al dar la bienvenida a su principal rival EE.UU. también quiere que estén sobre la mesa los principales temas que les dividen.
Tras las conversaciones a puerta cerrada, esta jornada del miércoles será la primera completa de Hu en Estados Unidos y contará con una rueda de prensa conjunta entre ambos mandatarios en el que esas diferencias entre ambos podrían salir a la luz.