La calma en los mercados preside la última emisión de deuda española de enero
- La prima de riesgo de España se suaviza y cierra en 210 puntos
- El Tesoro Público espera adjudicar entre 2.000 y 3.000 millones de euros
El Tesoro Público español espera colocar este martes entre 2.000 y 3.000 millones de euros en una subasta de letras a 3 y 6 meses. Ésta será la cuarta y última subasta que lleva a cabo el Tesoro en el mes de enero, cuando ha regresado cierta calma a los mercados de deuda, lo que ha permitido que la rentabilidad ofrecida por los títulos españoles se haya podido mantener "en niveles adecuados", según el Gobierno de España.
Esta emisión se realizará en un momento de menor tensión en los mercados, como se refleja en la prima de riesgo de España, que se ha cerrado la sesión del lunes en 210 puntos básicos, aunque en la apertura de la jornada logró bajar hasta 197 puntos, su nivel más bajo desde principios de noviembre.
El pasado día 13, el Tesoro adjudicó 2.999,80 millones de euros en bonos a cinco años con un interés marginal del 4,590 %, el más elevado desde julio de 2008, y el día 17, colocó 6.000 millones en una emisión sindicada de obligaciones a 10 años con una rentabilidad del 5,60 %.
Además, el 18 de enero, el Tesoro adjudicó 5.538 millones de euros en letras a un año y a un año y medio, y redujo su interés desde la anterior subasta de esta denominación.
El organismo no tuvo problemas para captar liquidez de los mercados, dado que las peticiones de los inversores se situaron en 13.947,56 millones de euros, casi el triple de lo adjudicado.
Este martes, el Tesoro Público español llevará a cabo la última subasta del mes en la que espera adjudicar un máximo de 3.000 millones de euros.
En la anterior operación de estas características celebrada el pasado 21 de diciembre, el Tesoro logró colocar 3.000 millones de euros en letras a tres meses y redujo su interés marginal dos centésimas respecto a la emisión anterior de iguales características.
También colocó 876,66 millones en letras a seis meses, aunque en ese caso tuvo que subir su rendimiento hasta el 2,65 % desde el 2,26 % anterior.
Esa puja de diciembre fue la primera de España después de la drástica rebaja aplicada por la agencia de calificación Moody's a la deuda irlandesa y la advertencia lanzada a Portugal. Además, era la segunda tras el anuncio sobre una posible degradación de la deuda soberana española.