Los supervisores internacionales aplauden el refuerzo del sistema financiero español
- El Consejo de Estabilidad Financiera anima a continuar la senda iniciada
- Reclama profundizar en la regulación de las participaciones industriales
El Consejo de Estabilidad Financiera -un organismo supervisor internacional- "aplaude las acciones adoptadas hasta ahora por las autoridades españolas para afrontar la vulnerabilidad del sistema financiero" e les insta a continuar las reformas iniciadas ya en el sector, como la capacidad de las cajas de ahorro de incrementar el capital de fuentes externas.
Así se desprende del informe sobre la revisión de España que este órgano supervisor ha publicado este lunes y cuyo objetivo es examinar los pasos dados por las autoridades nacionales para hacer frente a las recomendaciones hechas en 2006 respecto a la regulación y supervisión financiera.
Según recoge el informe, la decisión del Banco de España y el Gobierno de impulsar "la publicación por parte de los bancos de sus problemas de exposición" inmobiliaria "puede jugar un valioso papel para mantener la confianza", por lo que el Consejo felicita a las autoridades la importancia que han dado a la transparencia.
El documento añade que "una lección clave de la experiencia de España es que las cajas de ahorro deberían seguir una política de toma de riesgos conservadora cuando les falta acceso a fuentes de capital externas".
Más regulación de las participaciones industriales
Este organismo internacional -con sede en el Banco de Pagos Internacionales de Basilea y creado para promover la estabilidad financiera- considera que España debe profundizar en la regulación financiera de las participaciones industriales de las entidades para asegurar que "no generan conflictos de intereses u otros riesgos".
Las inversiones de capital de los grandes bancos españoles en participaciones industriales han caído en términos relativos pero todavía son altas en comparación con otros países con economías desarrolladas.
El Consejo de Estabilidad Financiera, del que son miembros 24 países, reconoce los esfuerzos de España a la hora de reducir los incentivos para que los bancos realicen grandes inversiones de capital en participaciones industriales y para gestionar los conflictos de intereses relacionados.
Además, señala que España debe fortalecer la autonomía de los reguladores financieros y delegar en ellos la autoridad de emitir normas y sanciones. "Cuando los mercados sean menos volátiles, las autoridades españolas deben considerar también el marco institucional actual para la supervisión financiera" y aplicar las recomendaciones realizadas en 2006 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) dentro del Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSPA).
El infome de los supervisores internacionales destaca que el sistema financiero español "campeó relativamente bien los embates iniciales de la crisis -sobre todo, al compararlo con lo sucedido en otros países desarrollados-, especialmente gracias a su estricto control regulatorio y la sana supervisión, así como por su eficiente modelo de negocio bancario minorista".
La burbuja inmobiliaria precipitó a las cajas
Sin embargo, continúa el análisis, "la crisis financiera ha tenido efectos posteriores significativos, ya que llevó al estallido de la burbuja inmobiliaria que se había generado antes de la crisis".
Y en ese contexto, el Consejo de Estabilidad Financiera señala que se materializaron los riesgos que había señalado en su informe anterior sobre "el rápido crecimiento del crédito en el sector inmobiliario" y en cuanto a "la regulación, supervisión y gobierno de las cajas de ahorro".
Al actuar tarde, "la adopción por parte de las autoridades españolas de una regulación de capital más exigente y del aumento de provisiones para cubrir la exposición inmobiliaria de los bancos -tal y como recomendó el Consejo- se mostraron insuficientes para mitigar los riesgos derivados de esas actividades", lo que ha desembocado en un debilitamiento de las cajas.
Por esa razón, el supervisor internacional ha dado la bienvenida a las nuevas normas de solvencia anunciadas por el Gobierno, y anima a las autoridades españolas a continuar por esa senda, a la vista de lo que está sucediendo en los mercados financieros.