Alemania y Austria ralentizan el refuerzo del actual fondo de rescate y los mercados se inquietan
- Remonta la presión sobre la deuda de Portugal y España
- Berlín: las medidas a medio y largo plazo bastan para calmar a los mercados
- España, Portugal y la Comisión insisten en dar garantías a corto plazo
Los mercados financieros empiezan a inquietarse ante la lentitud de la Eurozona para adoptar decisiones a corto plazo que garanticen la solvencia de todos sus Estados miembros y, así, el final de la crisis de la deuda.
Este lunes, los ministros de Economía de los 17 países del euro aprobaron la ampliación del fondo de rescate permanente que empezará a funcionar partir de 2013, pero fueron incapaces de acordar el refuerzo del fondo actualmente en vigor. Detrás de ese retraso están, sobre todo, las reticencias de dos países: Alemania y Austria.
Ambos gobiernos pretenden esperar al efecto que tendrá en los mercados el plan global para estabilizar la Zona euro que tienen previsto adoptar los líderes europeos el 24 y 25 de marzo. Si ese paquete de medidas disminuye la tensión -aseguran los ministros de Finanzas de esos dos países- no ven imprescindible reforzar el actual fondo de rescate de 750.000 millones de euros.
Pero, para muchos analistas y también para muchos gobernantes de la Eurozona, para entonces puede ser demasiado tarde.
Portugal y España -los países más amenazados ahora por la crisis de deuda- y la Comisión Europea insisten en que es prioritario ampliar y flexibilizar el fondo actual.
El ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixeira Dos Santos y, en menor medida, la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, han criticado la lentitud de las negociaciones en el seno de la Zona.
Diferencias de Alemania y Austria con el resto
Los ministros de Economía de los países del euro ya han alcanzado un acuerdo para aumentar hasta 500.000 millones de euros la capacidad real de préstamo del fondo de rescate permanente que sustituirá al actual a partir de 2013 (el actual tiene una capacidad efectiva de sólo 250.000 millones). Pero no avanzaron en la flexibilización del mecanismo actual, para que pueda comprar deuda y dar créditos preventivos -como quieren España y Portugal- y aplazaron la decisión hasta la cumbre del 24 y 25 de marzo.
"Vamos a presentar un paquete global para Europa en marzo", ha explicado el ministro de Finanzas austriaco, Josef Prll. "Si este paquete global es una señal suficiente para los mercados y puede mantener al euro estable (...), entonces ya no hay presión para actuar ahora sobre la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés)", ha agregado, en referencia al fondo actual.
Por su parte, su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, ha insistido en que los ministros de Economía no han discutido sobre el refuerzo del mecanismo actual porque "ello causaría una reacción a corto plazo en los mercados y no hay necesidad". "Si es necesario, y cuando sea necesario, estaremos listos para actuar a la velocidad de la luz", ha agregado.
"No había necesidad de abordar el EFSF", ha insistido. "Está por ver si hablaremos de ello antes de finales de marzo", ha concluido Schäuble.
Sin embargo, el primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo -la reunión de los ministros de Economía de los 17 países del euro-, Jean-Claude Juncker, ya ha advertido que "no hay acuerdo sobre nada, hasta que hay acuerdo sobre todo".
Críticas de España y Portugal
Juncker, como la Comisión Europea, considera primordial que el acuerdo final de marzo incluya actuaciones a corto plazo (flexibilización del fondo de rescate en vigor) junto a otras a medio y largo plazo que exigen países como Alemania: la definición de un fondo permanente fuerte y suficiente para asistir a los eventuales problemas de los miembros, el compromiso de todos los gobiernos con la disciplina presupuestaria, la profundización de las reformas estructurales y el diseño de un plan de competitividad conjunto.
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha insistido en que el paquete global de marzo debe incluir "reforzar la capacidad de crédito efectiva (del fondo actual) y ampliar su catálogo de actividades". Como contrapartida, se exigirá a los países de la Eurozona que aceleren el ajuste fiscal e intensificar las reformas estructurales, "no sólo en España y otros Estados, sino en toda Europa, para aumentar el potencial de crecimiento".
El ministro portugués de Finanzas ha criticado la lentitud de la Unión Europea (UE) a la hora de reforzar el fondo y ha asegurado que eso está afectando a la estabilidad de la Zona euro y de los países más vulnerables, como Portugal.
"Es un proceso que está siendo -en mi opinión- más lento de lo que sería deseable, y creo que los retrasos y las dudas en los avances que son necesarios afectan a la Eurozona y a la estabilidad del euro", ha dicho Dos Santos.
A su juicio, sería "muy importante" que el fondo de rescate puediera intervenir en los mercados de deuda primario y secundario, y ofrecer préstamos preventivos con condiciones favorables -y sin someterlos a planes adicionales de austeridad- a los países de la Zona.
También Elena Salgado cree que la UE debería ser "más ágil" a la hora de reforzar el fondo actual. La vicepresidenta económica no descarta que la lentitud en pactar la ampliación de este mecanismo provoque nuevas "tensiones" a la deuda española, como ya ha ocurrido con Portugal, pero cree que se superarán porque el Gobierno está haciendo las reformas necesarias.
"Uno siempre piensa que la UE siempre puede ser más ágil. Pero todo tiene sus tiempos cuando hay que aunar tantas voluntades", ha dicho la vicepresidenta económica al ser preguntada por si le inquieta la lentitud para reforzar el fondo. "No estoy preocupada en absoluto", ha agregado.
Nuevas tensiones en los mercados de deuda
Cuando se le ha interrogado por si teme que el estancamiento de las negociaciones provoque tensiones con la deuda española, Salgado ha dicho que "las tensiones en los mercados de deuda son difíciles de explicar".
"Pero, en todo caso, yo creo que España está claramente haciendo las reformas que necesita y eso es lo que nos va a ayudar para superar esas tensiones en los mercados de deuda que siempre pueden aparecer", ha resaltado.
El ministro de Finanzas de Luxemburgo, Luc Frieden, coincide con los anteriores en que la remontada que viven estos días las tasas de interés que deben pagar los países más frágiles para que los inversores adquieran su deuda se explica "probablemente" por el hecho de que los gobernantes de la Zona euro son "demasiado lentos en adoptar las decisiones necesarias".
Este martes, los mercados secundarios de deuda han dado nuevas señales de inquietud. Al cierre, la rentabilidad ofrecida por la deuda portuguesa a 10 años ha escalado hasta sobrepasar el 7,5%, su máximo desde la creación del euro.
Eso refleja -según los analistas- la desconfianza creciente de los inversores, que esperan garantías a corto plazo por parte de los países del euro.