La deuda pública sube el 13,8% y supera el 60,1% del PIB por primera vez en 12 años
- España rebasa el umbral de endeudamiento fijado por la UE
- La deuda de las autonomías ha subido un 37% en el cuarto trimestre
La deuda de las Administraciones Públicas aumentó el 13,8% en 2010, hasta los 638.767 millones de euros, lo que equivale al 60,1% del producto interior bruto (PIB), según el Banco de España. Por primera vez desde 1999, el nivel de endeudamiento de España supera el límite del 60%, marcado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea.
Al terminar 2009 la deuda española representaba el 53,3% del PIB, por lo que en un año su peso ha aumentado en 6,8 puntos porcentuales.
Los datos del último trimestre indican que el aumento de la deuda pública fue del 4,39% en comparación con la registrada entre julio y septiembre, que se situaba en 611.894 millones.
La mayor parte del volumen total de endeudamiento con que cerró el pasado ejercicio correspondió a la Administración Central, con 487.870 millones, el 45,9% del PIB, con un incremento del 11,15% respecto al cierre de 2009.
Sube la deuda de las CC. AA.
La deuda de las autonomías creció un 31,7% en el cuarto trimestre de 2010 respecto al mismo período del año anterior hasta alcanzar los 115.455 millones de euros, mientras que la de las corporaciones locales aumentó un 2,1% en este mismo período, y se situó en 35.442 millones. Unas cifras que se conocen después de que el Gobierno autorizara a las CC. AA. a refinanciar su deuda.
La deuda española pasó de los 87.665 millones de euros al cierre de 2009 a los 115.455 millones al finalizar 2010, lo que supone un aumento de 27.790 millones de euros (un 31,7%).
Por comunidades autónomas, en el cuarto trimestre del año la deuda creció en todas, aunque de forma especial en el País Vasco, un 95,1%, al pasar de 2.519 millones en el cuarto trimestre de 2009 a 4.916 en el mismo periodo de 2010.
Además del País Vasco, las mayores subidas se registraron en Extremadura, con un 60,8%; Murcia, con un 57,2%, y Navarra, con un 55,6%.
Los datos muestran que desde el año 1995, el endeudamiento de las regiones no ha parado de crecer, batiendo en cada ejercicio récords históricos, a pesar del compromiso de estabilidad presupuestaria.
Cataluña, la más endeudada
La comunidad autónoma con mayor volumen de deuda en 2010 fue nuevamente Cataluña, con 31.886 millones de euros, cantidad que representa el 27,6% del total de la deuda acumulada en el conjunto de las autonomías.
Después se situó la Comunidad Valenciana (17.600 millones), que vuelve a ocupar el segundo lugar por delante de Madrid, cuya deuda ascendió a 13.492 millones. Entre las tres, acumulan el 54,5% del total del endeudamiento regional.
A continuación, figuran Andalucía (12.176 millones de euros), Galicia (6.162 millones), Castilla-La Mancha (5.819), País Vasco (4.916), Castilla y León (4.294), Baleares (4.064), Canarias (3.298), Aragón (2.901) y Murcia (2.107).
Completan la lista Extremadura (1.747 millones), Navarra (1.725), Asturias (1.634), La Rioja (726) y Cantabria (911).
Además, los ayuntamientos tuvieron una deuda del 3,3 % del PIB, hasta los 35.442 millones, el 2,11% más que en 2009. Madrid, que es el ayuntamiento, en términos absolutos, más endeudado, pasó de 6.762 millones de euros al finalizar 2009 a 6.453 millones, lo que supone un descenso del 4,5%.
Un 15% más, las empresas públicas
La deuda de las empresas públicas fue de 55.754 millones en 2010, el 5,2% del PIB, frente a los 48.549 de 2009, el 14,84% más.
Las empresas públicas de la administración central cerraron el año con una deuda de 29.635 millones, el 2,8% del PIB y el 16,25% más; las de las CC. AA. tuvieron una deuda de 17.056 millones, el 1,6% del PIB y el 12,19% más; y las de las corporaciones locales sumaron una deuda de 9.063 millones, el 0,9% del PIB y el 15,38 % más que hace un año.
Por otra parte, el saldo vivo de la deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó los 533.022 millones, el mayor nivel desde que el Banco de España comenzó a actualizar estos datos en diciembre de 1990.
La mayor parte de esta cantidad, 445.826 millones, se debieron a valores distintos de acciones emitidos a largo plazo, mientras que los 87.196 millones restantes correspondieron a valores a corto plazo.