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Jean-Claude Trichet: "Tenemos euro para rato"

  • En Portada entrevista en exclusiva al presidente del Banco Central Europeo
  • Trichet recibió a un equipo del programa y respondió sobre el futuro del euro

Por
trichet

Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, recibió al equipo de En Portada en la sede del BCE en Fráncfort el 3 de febrero de 2011, después de la tradicional rueda de prensa. No nos dieron mucho tiempo, entre 10 y 15 minutos, debido a su apretada agenda.

Al tratarse de una entrevista que iba a ser emitida dentro de un reportaje varias semanas después de realizarse, el cuestionario se compuso de preguntas generales y analíticas sobre la moneda única. Esta es la transcripción de la entrevista completa, incluida parcialmente en el reportaje "La nueva Alemania y Europa".

P: Sr. Trichet, ¿Cuál es la situación del euro? ¿Existe algún riesgo de que colapse? 

El euro como moneda es muy creíble

R: En primer lugar, el euro es una moneda muy sólida y creíble, por una razón muy sencilla: es una moneda que ha mantenido su valor en línea con la estabilidad de precios para 330 millones de personas durante 12 años, con exactamente el 2% o menos del 2% de inflación media anual desde el segundo año de existencia del euro.

Una moneda que es así de creíble y mantiene su valor es una moneda sólida, y le damos la misma credibilidad para los próximos 10 años, en línea con nuestra definición de estabilidad de precios, menos del 2%, cerca del 2%.

Tenemos en el área del euro problemas, pero, para ser claros, tenemos problemas en todo el mundo industrializado, problemas que son importantes, dificultades de políticas fiscales, y esto es algo que ha de ser corregido. La eurozona puede tener problemas de estabilidad de origen financiero debido a la dificultad de una serie de políticas fiscales, pero el euro como moneda es muy creíble, sólido, y estoy muy orgulloso de ser el presidente del BCE.

P.: ¿Nació el euro con limitaciones y, de ahí, el problema? 

La unión económica ha tenido más dificultades para funcionar  correctamente porque una serie de economías no se han comportado  apropiadamente

 R.: El euro era la moneda de un mercado único con una moneda única, que llamamos UEM, Unión Económica y Monetaria. Como he dicho, la unión monetaria ha funcionado muy bien, junto con todos los bancos centrales nacionales de la eurozona proporciona estabilidad de precios.

La unión económica ha tenido más dificultades para funcionar correctamente, porque una serie de economías no se han comportado apropiadamente y porque el gobierno de la unión económica no ha funcionado correctamente. Y esta es la razón por la que el consejo de gobierno del BCE -junto con Miguel Fernández Ordóñez, otros colegas y yo mismo como presidente- hemos pedido una gobernanza de la unión económica.

P.: ¿Es necesario un debate sobre reformas institucionales?

 R.: En lo que respecta a nosotros estamos pidiendo muy, muy fuertemente, de nuevo, un reforzamiento de la vigilancia de la política fiscal y queremos una casi automaticidad de las reglas que se aplicarán a un país que no se comporte adecuadamente. Y pedimos la creación de un gobierno de macro políticas muy sólido.  Creo que es esencial para la Unión Económica y Monetaria que funcione tan correctamente como sea posible. El que se pidan decisiones en este momento es porque -como sabe- está siendo discutido en el Parlamento y el Consejo [Europeos].

P.: ¿Cómo ve el futuro del euro? 

Estamos transformando de forma progresiva la gran economía del área del euro con 331 millones de personas

 R.: El BCE, el Banco Central Europeo, junto con los bancos centrales nacionales -el Banco de España y otros- tenemos que hacer frente a todos los asuntos y retos de todos los grandes bancos del mundo. La Reserva Federal norteamericana tiene un montón de asuntos, nosotros tenemos los mismos, pero por encima tenemos dos retos adicionales: uno es la ampliación -éramos 11, ahora somos 17, y tenemos que continuar ampliando siempre que se cumplan todos los criterios. Desde comienzos de este año, hemos aceptado a Estonia, de forma que somos 17-, y tenemos otro gran reto: estamos profundizando en la economía única, porque tenemos una moneda única; estamos transformando de forma progresiva la gran economía del área del euro con 331 millones de personas.

P.: ¿Ha sido la actuación de los gobiernos la correcta?

 R.: Tenemos, naturalmente, que estar seguros de que lo que están haciendo es sólido y razonable para ellos. En primer lugar, porque las políticas sólidas permiten conseguir  crecimiento sostenible y creación de empleo. También han de tener en cuenta que todos dependen unos de otros porque comparten la misma moneda y esto crea una solidaridad muy, muy profunda. Esta es la razón por la que es necesario que individualmente se comporten tan sólida y razonablemente como sea posible en política fiscal, pero también en todas las políticas. Pero, asimismo, colectivamente han de ejercer una vigilancia adecuada sobre los demás, sobre los compañeros, porque, si uno de los miembros del euro no se comporta apropiadamente, eso tendrá consecuencias negativas para todos los demás. Hay una interdependencia increíble entre las diferentes economías y los estados.

P.: ¿Lo ocurrido es culpa del comportamiento de los gobiernos o de la propia moneda?    

 R.: Como sabe, yo pienso que no hay crisis del euro como moneda, sino una dificultad importante para la sostenibilidad financiera de la eurozona como un todo, por una serie de problemas. Es indudable que tenemos responsabilidades, que hubo responsabilidades individuales, por un lado, pero también responsabilidad colectiva, porque, en cierto momento, la mayoría de los países pensó que, después de todo, no era necesario aplicar la vía de estabilidad y crecimiento, que no era necesario ejercer una vigilancia muy atenta sobre la política de los otros. Ha habido un periodo de negar la negligencia. Nosotros, el Banco Central Europeo, ya en 2004-2005, dijimos a los gobiernos que no estaban entendiendo que necesitábamos políticas sólidas en todas partes, porque, de lo contrario, tendríamos problemas. Ahora, estamos aprendiendo que el camino es duro y que tenemos que mejorar el gobierno de forma decisiva.

P.: Entonces, Sr. Trichet, ¿tenemos euro para rato? 

 R.: Con seguridad, absolutamente.