La detención de Gbagbo en su residencia cierra cuatro meses de crisis política en Costa de Marfil
- En la operación final han participado tropas de Francia y de la ONU
- Partidarios de Ouattara se lo han llevado a la sede de su Gobierno
- Está protegido por la ONU pero tendrá que rendir cuentas ante los tribunales
- El grado de participación de las tropas francesas, principal punto de polémica
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El presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, ha sido detenido por las tropas de su rival y presidente electo, Alassane Ouattara, con el apoyo de soldados de Francia y la ONU en su residencia en Abiyán tras varios días atrincherado y después de negarse a abandonar el poder pese a perder las elecciones presidenciales el pasado 28 de noviembre.
La detención de Gbagbo ha sido confirmada por el Gobierno de Ouattara en un discurso retransmitido por la Televisión de Costa de Marfil (TCI), que mostraba al mismo tiempo imágenes del ex mandatario tras el arresto.
En estas imágenes se ha podido ver a Gbagbo en una habitación, sentado en una cama, rodeado por varios hombres de pie con los que conversa, entre ellos su hijo Michel, el ministro del Interior de Ouattara, Hamed Bakayoko y el comandante Issiaka Ouattara, un líder militar en favor del presidente electo.
Otras imágenes muestran a su esposa Simone, considerada como una de las duras del régimen, despeinada y escoltada por hombres no identificados.
Pocas horas después de ser detenido, Gbagbo, que ha hecho una breve aparición en la TCI, ha pedido el fin de los combates.
La ONU garantizará la seguridad de Gbagbo
La ONU ha anunciado posteriormente que su seguridad estaba garantizada por los gendarmes de la ONUCI (la fuerza de la ONU en Costa de Marfil) mientras que fuentes del Gobierno de Ouattara ha subrayado que Gbagbo tendrá que rendir cuenta ante los tribunales por sus crímenes.
"Gbagbo y su esposa han sido detenidos, están en un apartamento del Hotel Golf y han pedido que las fuerzas de la ONU en el país (ONUCI) les presten protección dentro de ese apartamento, algo a lo que hemos accedido", ha explicado el subsecretario general de la ONU para las operaciones de paz, Alain LeRoy.
LeRoy, quien se ha reunido con los miembros del Consejo de Seguridad para informarles de los últimos acontecimientos en Costa de Marfil, ha destacado en declaraciones a la prensa que Gbagbo se encuentra igualmente bajo la custodia de las fuerzas del presidente electo.
"Gbagbo no está bajo nuestra custodia, pero velamos por su seguridad respondiendo a su propia petición. Velamos por la integridad física de Gbagbo y su esposa", ha explicado el subsecretario de la ONU, quien ha señalado que ahora le toca al presidente Ouattara "decidir qué va a hacer" con su antecesor.
Incógnita sobre su futuro
El subsecretario de la ONU ha detallado que "los mismos policías de la ONU que protegían hasta ahora al presidente Ouattara están a cargo de la protección del expresidente Gbagbo dentro de ese apartamento del Hotel Golf tras recibir su petición para ello".
LeRoy ha evitado ofrecer detalles de los planes que pueda tener Ouattara en relación al futuro de Gbagbo, pero ha indicado que puede querer llevarlo ante la justicia y sacarlo de Abiyán.
La decisión que tome Ouattara será clave para el futuro de un país en el que la reconciliación será una de las principales tareas pendientes.
"Al final, incluso de acuerdo con los resultados certificados por la ONU un 46% de la población apoyó a Gbagbo. La oposición ha dejado claro que quiere que se someta a juicio pero eso podría ser un elemento de división", ha alertado a reuters el analista de la consultora IHS Global Insight, Martin Roberts.
"La pesadilla ha terminado"
Otro elemento de división podría ser la supuesta matanza de civiles por parte de as tropas de Ouattara en el oeste del país, según han denunciado Cruz Roja y Human Rights Watch.
Precisamente el líder de las Fuerzas Republicanas y hombre clave en esa ofensiva, el primer ministro de Ouattara y ministro de Defensa, Guillaume Soro, ha proclamado tras la detención de Gbagbo: "La pesadilla ha terminado".
"Hoy, las fuerzas especiales lanzaron el asalto final contra los mercenarios y otras milicias (de Gbagbo) que se encontraban en la Residencia Presidencial", ha añadido Soro.
"Después de duros combates, y tras verse encerrados y vencidos, Laurent Gbagbo y su esposa, Simone, se han rendido a las Fuerzas Republicanas (leales a Ouattara) y ahora están bajo arresto", ha declarado el primer ministro.
En su discurso televisado, Soro ha llamado a los seguidores de Gbagbo a unirse a las Fuerzas Republicanas, y ha asegurado que "no se irá a la caza" de los partidarios del presidente saliente.
Además, Soro ha instado a los ciudadanos a que se mantuvieran calmados y a que permanecieran en sus casas esta noche, puesto que los efectivos de Ouattara llevarán a cabo una operación de limpieza para garantizar la seguridad en la ciudad de Abiyán.
Antes, el embajador de Francia en Abiyán, Jean-Marc Simon, había confirmado la detención y había comunicado que ha sido llevado hasta el Hotel Golf, sede de su oponente y legítimo presidente del país, Ouattara.
El papel de Francia
En la detención del expresidente han participado fuerzas fieles a Ouattara, de la Onuci, y francesas, según ha informado el ministro de defensa del gobierno de Sarkozy.
El portavoz del ejército francés, Thierry Bukhard, ha detallado que sobre las 15:00 horas el expresidente Gbagbo se ha entregado a las Fuerzas Republicanas (partidarias de Ouattara) de Costa de Marfil.
"En ningún momento las fuerzas francesas entraron en el jardín del la residencia de Gbagbo", ha recalcado.
"No han sido las fuerzas francesas las que han arrestado a Gbagbo. Fueron las fuerzas de Ouattara apoyadas por la Onuci y la Licorne (la misión francesa)", ha añadido el ministro de Defensa,
Previamente, el asesor en París de Gbagbo, Toussaint Alain, había informado de la detención asegurando que los tanques franceses habían entrado en la residencia de Gbagbo, le habían capturado y entregado a los rebeldes.
Tras la detención de Ouattara, el presidente francés, Sarkozy, ha mantenido tenido una larga conversación telefónica con Alassane Ouattara, según ha comunicado la Presidencia francesa que no ha informado sobre el contenido de la misma.
Y es que el papel de Francia y sus tropas ha sido clave en el desenlace de los hechos, como prueba el despliegue de blindados galos y de la ONU por primera vez en las calles de Abiyán este lunes y el ataque de helicópteros de ambas fuerzas el pasado domingo, que destruyó parcialmente la residencia de Gbagbo.
"Creo que los fanceses y la comunidad internacional sintieron que no tenían más opción que ir y cogerle. La batalla en Abiyán estaba causando una crsis humanitaria y paralizaba que la economía volviese a funcionar", ha considerado Roberts, que añade a continuación: "Esto jugará un papel en la historia de Gbagbo de que hay una conspiración internacional contra él".