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Simón Rattle entusiasma al Teatro Real con el 'Concierto de Aranjuez'

  • La Filarmonica de Berlin ha celebrado en Madrid su 129 aniversario
  • La sinfonía nº 2 de Sergei Rachmaninov ha completado la segunda parte
  • Manuel Cañizares ha sido el solista a la guitarra en la obra de Joaquín Rodrígo

Por
Concierto para Europa 2011

Si el júbilo tiene sonido debe ser semejante al de la explosión de bravos y aplausos con los que el Real ha agradecido hoy el concierto de la Filarmónica de Berlín, que ha hecho emocionarse a un auditorio maravillado por verles a ellos y a su director, Simon Rattle, en estado de gracia.

"Estoy muy complacido por esta reacción y vendré muy a menudo los próximos años. Es un sitio absolutamente fantástico", ha asegurado Rattle (Liverpool, 1955), que ha tenido que salir a saludar cinco veces y lo hubiera hecho más veces si no hubiera sido porque él mismo ha sido el que ha pedido a su "banda", como él dice, que se levantara "ya".

Rattle dirigirá a la Filarmónica de Berlín, que cumple 129 años, en el Real en producciones del Festival de Salzburgo de Parsifal, Salome y Carmen.

La orquesta, atendiendo una invitación del intendente del teatro, Gerard Mortier, eligió el Real para su 21 Concierto Europeo, con el que celebran cada 1 de mayo su "cumpleaños" y lo han hecho, en un escenario iluminado por Bernie Davis, el encargado de hacerlo en la abadía de Westminster para la boda real de Guillermo y Catalina, con España, de Chabrier, y el Concierto de Aranjuez, de Rodrigo, en la primera parte, y la Sinfonía no.2 de Rachmaninov, en la segunda.

"Es un placer ver al teatro tan entusiasmado, pero tampoco me preocupa verlo protestando", ha dicho Mortier en alusión al pataleo con el que el público acogió el estreno de la última producción de ópera El rey Roger. "Se han vendido muchas entradas después de eso", ha asegurado risueño.

Rattle, director titular de la Filarmónica desde 2002, ha dirigido con elocuentes gestos de disfrute cada nota del casi centenar de músicos que han interpretado la obra con la que Rachmaninov se atreve, diez años después de su primera sinfonía, con una gran pieza para orquesta, en la que hay un conmovedor parecido con el Concierto de Aranjuez.

Su delicada y a la vez rotunda expresión de añoranza por un mundo ya perdido -la compuso entre 1906 y 1907- ha sido acometida por sir Simon Rattle -un título que le concedió la reina de Inglaterra en 1994- encantado con cada movimiento, ora sonriendo beatíficamente ante los violines ora citando con "verónicas" a los metales o casi en éxtasis ante la increíble ejecución en el tercer movimiento del clarinetista Wenzel Fuchs.

Una actitud completamente distinta de la que ha tenido en el Concierto de Aranjuez, en la que ha estado muy pendiente del guitarrista José Manuel Cañizares (Sabadell, 1966), al que, incluso, le inquería con gestos si iba todo bien.

La orquesta ha subrayado con deleite cada pasaje musical de esta conocida composición (1939), dejando el peso al guitarrista, que ha disfrutado "muchísimo" con la experiencia.

"La obra era como la Bella Durmiente, y el director y yo, el príncipe que venía a despertarla", ha dicho el intérprete

Aunque había quien decía que en el ensayo general del sábado se había emocionado tanto en el movimiento lento del concierto que había llorado, Cañizares, que ha tenido que salir a saludar en tres ocasiones ante los generosos aplausos, lo ha desmentido, pero ha reconocido que ha sido un placer "inmenso" tocar con unos músicos "de semejante sensibilidad".

La Filarmónica de Berlín tocó por primera vez el Concierto de Aranjuez en 1982 con Narciso Yepes como solista, y la última vez que lo hizo, dirigida por Daniel Barenboim, fue en 1998, con el guitarrista John Williams.

Eurovisión ha transmitido esta mañana el concierto, coproducido por EUROARTS, TVE, BBC (Reino Unido), RBB-ARD (Alemania) y NHK (Japón) a España -por La 2 de TVE y RTVE.es - Alemania, Francia y República Checa, mientras que Reino Unido y Japón lo programarán en diferido.