El Gobierno se basará en el preacuerdo de los agentes sociales para reformar los convenios
- Rubalcaba afirma estar "a 15 minutos" de cerrar la negociación colectiva
- La flexibilidad interna y la prórroga de los convenios serán los puntos clave
El vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que el Ejecutivo se basará en el principio de acuerdo que alcanzaron los agentes sociales para reformar la negociación colectiva, por lo que ha asegurado que están "a 15 minutos" de cerrar las nuevas normas de los convenios.
Rubalcaba ha parafraseado así al líder de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, que utilizó esa expresión hace tres semanas, cuando empresarios y sindicatos alcanzaron un principio de acuerdo, que finalmente se ha roto y obliga al Gobierno a legislar sin un consenso.
"Lamentamos que no haya habido un acuerdo, tanto más cuanto que estuvo a punto de haberlo", ha comentado Rubalcaba. Así, el Ministerio de Trabajo aprobará el anteproyecto de ley en el próximo Consejo de Ministros del viernes día 10 su propuesta, aunque este viernes ya se ha estudiado un informe sobre las líneas básicas de la reforma.
Por el momento, el vicepresidente no ha querido anticipar las medidas que se adoptarán, aunque ha señalado que el espíritu es "flexibilizar la negociación colectiva, garantizando que esa flexibilidad no se obtiene a costa de los derechos de los trabajadores". En cualquier caso, ha recalcado que se va utilizar "la base del acuerdo" de los agentes sociales.
Flexibilidad interna y ultraactividad, los escollos
Si, como ha adelantado Rubalcaba, el Gobierno utiliza "todos los acuerdos que se habían alcanzado para hacer una ley que se aproxima a lo que habían acordado" los agentes sociales, Trabajo se encontrará con gran parte del camino recorrido en aspectos como las mutuas laborales, la desjudicialización de los conflictos o la apertura de los convenios sectoriales a los empresariales.
El mayor obstáculo estará en la concreción de la flexibilidad interna, es decir, la posibilidad de las empresas para modificar las condiciones de trabajo de sus empleados en función de las necesidades de la producción. Los sindicatos defienden que ya existe suficiente discrecionalidad, mientras que los empresarios pretenden una mayor adaptabilidad de esas condiciones.
Además, y aunque ambas partes estaban de acuerdo en establecer la ultraactividad, es decir, limitar el tiempo de negociación de los convenios colectivos en lugar de prorrogarse automáticamente, el Gobierno tendrá que detallar los plazos concretos, antes de que se recurra a la mediación y arbitraje -que empresa y trabajadores deberán autorizar previamente, en cualquier caso-.
Asimismo, tanto sindicatos como empresarios coincidian en reducir el recurso a los tribunales en los conflictos laborales, pero será el Gobierno el que fije las condiciones concretas de la mediación y el arbitraje. Como en el resto de aspectos, en esa letra pequeña se verá hacia qué lado se decanta el Ejecutivo y en qué medida profundiza o no en las reformas.