Perú ante la incertidumbre electoral
- Las elecciones de este domingo marcarán mucho el futuro del país
- Las últimas encuestas dan un empate técnico entre los dos candidatos
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Perú se asoma este domingo a la culminación de un proceso electoral que va a marcar, y mucho, el futuro del país. Gane quien gane, Perú no va a ser el mismo un día después. Porque no se trata solo de elegir un nuevo presidente, sino también de decidir entre dos modelos políticos y socioeconómicos radicalmente distintos. Y dependiendo de lo que pase también estará en juego la estabilidad del país.
La incertidumbre sobre el resultado marca las horas previas a la elección y la propia jornada electoral. Las encuestas se han mantenido a lo largo de la última semana en un empate técnico entre el nacionalista de izquierdas Ollanta Humala, de Gana Perú, y la populista de derechas Keiko Fujimori, de Fuerza 2011. Esa igualdad en cuanto a la intención de voto y una campaña electoral de auténtica guerra sucia han incrementado enormemente la tensión política y han acentuado la polarización entre los peruanos.
Duro cruce de acusaciones
Durante la campaña electoral se ha registrado un permanente cruce de acusaciones y descalificaciones, poniéndose el acento más en los trapos sucios del adversario que en las propuestas propias.
Los medios de comunicación también han contribuido a enrarecer el ambiente, decantándose la mayoría por un apoyo evidente a Keiko Fujimori. El propio Humala denunciaba esa “falta de imparcialidad” de los medios. Y a la polémica se sumaba el escritor y premio Nobel, Mario Vargas Llosa, anunciando que dejaba de publicar su coluna quincenal en El Comercio, el principal rotativo peruano, por la forma en que realizaba la cobertura electoral, favorable a la candidata de Fuerza 2011.
Al igual que Vargas Llosa, otros intelectuales y escritores, han dado su apoyo público a Humala, no por compartir su ideario político, sino por evitar un regreso del fujimorismo, al gobierno dictatorial, marcado por la corrupción y las violaciones de los derechos humanos. Aunque Keiko Fujimori ha intentado marcar distancias con el gobierno de su padre (1990-2000), Alberto Fujimori, condenado por crímenes de lesa humanidad, lo cierto es que cuenta con los mismos asesores.
Futuro de Fujimori
Fujimori cumple su sentencia en un lugar adaptado para él, en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía, donde disfruta de amplias instalaciones. En las últimas semanas el lugar ha visto pasar un auténtico reguero de personajes, hasta el punto de que muchos sospechan que es el propio expresidente el que dirige desde allí la estrategia electoral de su hija.
Hace unos días una decisión del Tribunal Constitucional de retrasar hasta que pasen las elecciones un fallo que puede suponer la revisión de la condena a 25 años de Alberto Fujimori, ha disparado las sospechas de que, si gana Keiko, su liberación será inminente.
También la polémica ha llegado al gobierno saliente del presidente Alan García, quien según distintas denuncias estaría utilizando recursos del Estado para favorecer la candidatura de Keiko frente a la de Humala. El propio García dijo hace tiempo que “no tenía capacidad para poner presidentes pero sí para evitar que alguno fuera elegido”. Humala ha denunciado esa falta de imparcialidad del mandatario (una exigencia legal en Perú), algo que, asegura, “no se produciría en un país democrático”.
Relación de Humala con Hugo Chávez
Contra el candidato de Gana Perú también se han vertido todo tipo de acusaciones. La más insistente es la de estar al servicio del venezolano Hugo Chávez y de recibir dinero de Venezuela para su campaña.
Humala lo ha negado reiteradamente e insiste en que se sustenten esas acusaciones con pruebas. También se ha sacado a la luz su actuación como militar, cuando combatía como capitán al mando de una compañía el terrorismo de Sendero Luminoso y supuestamente se cometieron abusos o violaciones de derechos humanos, que Humala siempre ha negado.
En lo único que coinciden en su discurso Keiko Fujimori y Ollanta Humala es en su compromiso de mantener el espectacular crecimiento económico registrado por Perú a lo largo de la última década, el más elevado de América Latina. Pero de nuevo difieren a la hora de cómo enfocar esa generación de riqueza y su proyección. Keiko cuenta con el apoyo casi unánime de los empresarios peruanos y su proyecto está más vinculado a un liberalismo económico a ultranza.
Por el contrario, Humala sostiene que ese crecimiento económico debe reflejarse en un mayor y mejor reparto de la riqueza en un país, como Perú, en la que las desigualdades y la injusticia social son, a menudo, escandalosas.