La eurozona estudia suavizar los préstamos a Grecia con el doble de plazo y menos intereses
- Los líderes de los países del euro han alcanzado un principio de acuerdo
- También habría acuerdo en la flexibilización del fondo de rescate
- Los mercados reaccionan con subidas tras conocerse el borrador
- El borrador señala la satisfacción por las reformas en España e Italia
Los líderes de la zona del euro han alcanzado un principio de acuerdo en la cumbre extraordinaria que celebran en Bruselas para frenar la crisis de deuda, que contempla suavizar las condiciones de los préstamos concedidos a Grecia para evitar que suspenda pagos, así como permitir que el fondo de rescate pueda intervenir en los mercados de deuda para frenar el contagio griego.
Según ese principio de acuerdo, se duplicaría el plazo de devolución de los préstamos concedidos a Grecia, desde los siete años y medio hasta los 15 años, y se rebajaría el interés del 4,2% al 3,5%, para aliviar la carga de la deuda griega, según han avanzado fuentes diplomáticas. Además, se incluirá la participación privada, de bancos, aseguradoras y fondos de inversión en el rescate.
En marzo pasado, los ministros de Finanzas ya habían acordado rebajar el tipo de interés de los créditos a Grecia hasta el 4,2% y ampliar el vencimiento hasta siete años y medio, por lo que no se trata de una medida novedosa, sino de una profundización en medidas que, hasta el momento, no han conseguido calmar a los mercados.
Hasta ahora ya había un acuerdo para reducir el tipo de interés aplicable a los préstamos de rescate a Portugal y a Grecia, pero no se había atendido la petición de Irlanda ante la oposición de Alemania y Francia a rebajarle el coste si Dublín no elevaba su bajo impuesto de sociedades, considerado una competencia desleal por parte de estos dos países.
Más flexibilidad del fondo de rescate
Con todo, ahora la medida no solamente se aplicaría a Grecia, sino que también podría beneficiar a otros países rescatados, como Irlanda y Portugal, o con dificultades si fuera necesario, tal y como propuso el Eurogrupo el 11 de julio con el fin de flexibilizar el fondo de rescate, dotado de 440.000 millones de euros.
En este sentido, el borrador del acuerdo, según la agencia Reuters, también contempla que el fondo de rescates (EFSF, por sus siglas en inglés) amplíe sus funciones, de forma que no solo intervenga con más celeridad a la hora de proporcionar fondos a un país, sino que pueda servir para recapitalizar al sector bancario de un país en apuros y para intervenir en el mercado de deuda comprando bonos, con el fin de frenar el contagio de la crisis a otros países, como España o Italia.
La filtración del borrador ha tenido un efecto inmediato en los mercados financieros, que han reaccionado con subidas en las bolsas -la de Madrid se ha disparado un 2,93%- y con una reducción de la presión sobre la deuda de los países más acosados en los parqués: la prima de riesgo española ha caido por debajo de 300 puntos básicos por primera vez en las últimas semanas.
A vueltas con la participación de los bancos
En cualquier caso, ese borrador aún no ha sido aprobado y queda por dilucidar si habrá un segundo rescate para Grecia; ese segundo rescate se estima en 110.000 millones de euros, lo que requeriría la aportación de nuevos fondos. Se baraja la cifra de 71.000 millones de euros que tendrían que ser aportados por las economías europeas, el FMI y el BCE y 30.000 millones de euros, correrían a cargo de la participación privada.
Además, persisten las diferencias sobre la participación de los bancos, aunque la idea de una tasa bancaria parece descartada, tal como ha confirmado el presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, a su llegada a la cumbre extraordinaria de jefes de Gobierno y de Estado.
Así, hay tres opciones sobre la mesa para involucrar al sector privado en el segundo rescate: la recompra de bonos griegos por parte del fondo de rescate -tal como contempla el primer borrador-, el canje de la deuda que venza en los próximos años por nuevos títulos a 30 años y la reinversión en títulos nuevos.
Este aspecto es fundamental para alcanzar un acuerdo, ya que Alemania sigue defendiendo que la banca debe asumir parte del coste que supondrá rescatar por segunda vez a Grecia, con el respaldo de países como Finlandia y Holanda, mientras que el Banco Central Europeo y países como Francia y España abogan por dejar al sector privado al margen para evitar que los mercados lo interpreten como un impago.
Satisfacción por las reformas en España
La cumbre del Eurogrupo que se celebra en Bruselas destacará su satisfacción por las reformas económicas emprendidas por España e Italia para reducir sus déficit públicos dentro del objetivo marcado para todos los países del euro.
"Celebramos las ambiciosas reformas emprendidas por España en las áreas fiscal, financiera y estructural", señala un borrador de la declaración de jefes de Estado y Gobierno de la zona euro que se discute en la reunión.
El documento muestra el aprecio de los países de la zona euro por los esfuerzos que están haciendo los países periféricos por consolidar sus cuentas públicas, en un claro mensaje de respaldo político a las que han sido las principales víctimas de la inestabilidad de los mercados financieros en los últimos meses.
El Eurogrupo hace una diferenciación clara de esos países respecto a Grecia, que, subraya el borrador, "está en una situación especialmente grave en la zona euro".
Por otro lado, destaca el paquete de ajuste presupuestario de hasta 79.000 millones de euros aprobado recientemente por el Gobierno italiano, que permitirá a ese país reducir su déficit público por debajo del 3 % del PIB en 2012 y equilibrar el presupuesto en 2014.
Los países rescatados cumplirán los objetivos fiscales
Sobre Irlanda y Portugal, dos países con programa de rescate, se destaca el "progreso" realizado en la aplicación de esos planes.
El documento recalca que todos los países de la zona euro cumplirán "estrictamente" los objetivos fiscales acordados, mejorarán su competitividad y corregirán los desequilibrios macroeconómicos.
Los déficit públicos en todos los países del euro, salvo aquellos con un programa de rescate, deberán ser inferiores al 3% como muy tarde en 2013, añade.
El borrador de la declaración señala que, tras la publicación de los resultados de las pruebas de resistencia a la banca el pasado día 15, las autoridades nacionales ofrecerán a los bancos las medidas de apoyo "que consideren necesarias".