Barroso admite que la crisis se extiende a países grandes y pide reforzar el fondo de rescate
- Bruselas admite que la crisis ya no se limita "a la periferia del euro"
- Insta a poner en marcha ya los acuerdos del Eurogrupo
Ver también: Especial sobre la crisis de deuda pública en Europa
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha admitido que las últimas medidas acordadas por los gobiernos comunitarios no han logrado el efecto deseado en los mercados y que la crisis de la deuda ya no se limita sólo "a la periferia de la zona euro".
"Los desarrollos en los mercados de bonos soberanos de Italia, España y otros estados miembros de la zona del euro son causa de una profunda preocupación", señala Barroso en un correo electrónico destinado a los dirigentes de la Unión Europea que se ha hecho público este jueves.
Ha instado también a reforzar la capacidad del Fondo de Estabilidad Financiera (FEEF) para prevenir los ataques especulativos."Aprovecho la ocasión para invitar a una rápida reevaluación de los elementos relativos al FEEF y del mecanismo llamado a sustituirlo, con el fin de asegurar que están adecuadamente dotados para gestionar y evitar los riesgos de contagio", ha escrito Barroso.
Atajar los ataques a la zona euro
El llamamiento de Barroso se produce después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, realizara una ronda de contactos telefónica para poner en marcha ya los acuerdos alcanzados para el segundo programa de ayuda a Grecia y que también deberían servir para atajar la crisis de deuda soberana.
El presidente de la Comisión también envía un recado al presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que ha decidido dejar los tipos de interés en la zona euro en el 1,5% pero que podría anunciar la compra de deuda soberana para apaciguar a los mercados.
Los especuladores no cejan en su ataque contra el euro y las últimas víctimas son la tercera y la cuarta economía de la zona euro, Italia y España, cuyo riesgo país se ha disparado esta semana hasta niveles récord desde la entrada en la moneda única, 407 puntos básicos de diferencial con el bono alemán en el caso español.