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El helicóptero de EE.UU. abatido en Afganistán cayó en una trampa de los talibanes

  • El ataque, calificado como el "más sangriento" contra la alianza
  • Una fuente gubernamental afgana ha explicado las causas

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El helicóptero de las fuerzas especiales estadounidenses estrellado el pasado fin de semana fue abatido por los talibanes tras haber caído en una trampa, según ha asegurado una fuente del gobierno afgano a la agencia AFP.

El accidente, en el que perdieron la vida 38 militares de EE.UU., ha sido calificado como el "más sangriento" para la coalición en el conflicto afgano. Entre los fallecidos se encuentra una veintena de Navy Seals, las fuerzas especiales y una de las más capacitadas para conflictos de alto riesgo.

Duro golpe

"Es un hecho sin precedentes, de lejos el peor día de nuestra historia", ha asegurado al diario Navy Times un miembro de esta comunidad de élite que también ha señalado haber sentido "un fuerte impacto e incredulidad" al enterarse de la noticia el sábado.

El helicóptero Chinook que trasladaba a los soldados fue alcanzado en la noche del viernes al sábado por disparos de los insurgentes en el valle de Tangi, una zona alejada de la provincia de Wardak, a un centenar de kilómetros al sudoeste de Kabul, según señalaron tanto autoridades afganas como los talibanes.

Además de ser el hecho más mortífero sufrido por la coalición en los casi diez años que lleva el conflicto, supone para las fuerzas estadounidenses más que un revés, puesto que fueron amputadas de una parte nada despreciable de sus efectivos.