La OTAN mata a dos talibanes que derribaron el helicóptero con 30 soldados de EE.UU.

• Fueron eliminados a medianoche del 8 de agosto en un bombardeo de un F-16
• El ataque supuso la mayor pérdida de soldados americanos en 10 años
• Murieron varios insurgentes, entre ellos un líder talibán y el autor del ataque

Dos insurgentes talibanes que abatieron el pasado sábado un helicóptero estadounidense provocando la muerte de 30 soldados norteamericanos y ocho afganos han muerto a manos de la coalición, según ha informado este miércoles el general americano John Allen, comandante de las fuerzas internacionales en Afganistán (ISAF).

"Alrededor de la medianoche del 8 de agosto,  las fuerzas de la coalición han matado a los insurgentes talibanes responsables de ese ataque", ha declarado a los periodistas el máximo responsable de la ISAF a través de videoconferencia.

El grupo de rebeldes ha sido asesinado por un bombardeo aéreo realizado por un caza F-16, ha precisado el general Allen, que sucedió a medios de julio al general David Petraeus al frente del grupo de 48 países que participan en la coalición internacional en Afganistán.

Aunque hay una investigación en curso para determinar las circunstancias exactas de la caída del helicóptero de transporte, Allen ha reiterado que parece haber sido consecuencia de un lanzamiento de cohetes.

El presunto autor del disparo de cohetes y un líder talibán llamado Mulá Mohibulá fueron localizado después de una operación de "cacería a gran escala" dirigido por las fuerzas especiales, según ha detellado la ISAF en un comunicado.

"Los dos hombres trataban de huir del país para evitar ser capturados", según la OTAN, que ha afirmado que varios talibanes más fueron eliminados en el ataque aéreo.

Ataque más mortífero

La pérdida de este helicóptero fue el ataque más mortífero sufrido por las fuerzas de EE.UU. en casi 10 años de conflicto en Afganistán. En total, 22 marines, tres miembros de las fuerzas especiales aéreas y cinco miembros de la tripulación fallecieron.

El helicóptero había sido enviado en apoyo de una operación de las fuerzas de EE.UU. contra un líder talibán que logró escapar, según ha reconocido el general Allen.

"Fue un trágico incidente dentro de una campaña militar muy dura", ha declarado el general Allen, que ha subrayado que en su opinión se trata de "un incidente aislado en un conflicto en que estamos haciendo un progreso significativo y considerable".