La caída del consumo frena a la economía española, que creció un 0,2% entre abril y junio
- El consumo interno cae por primera vez desde 2010 y registra un -0,2%
- El crecimiento interanual de España es del 0,7% gracias a las exportaciones
- Los datos del primer trimestre han sido revisados una décima al alza
- En el último año se destruyeron 174.000 empleos netos
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes que el crecimiento de la economía española se ralentizó al 0,2% trimestral y al 0,7% interanual, según adelantó la semana pasada. El principal responsable de este dato es la caída del consumo de los hogares, compensado por el buen comportamiento de las exportaciones.
Este 0,2% supone que la economía se incrementó dos décimas menos respecto al primer trimestre del año, una desaceleración mayor aún de la anunciada. El motivo es que el INE ha revisado al alza el crecimiento entre enero y marzo. De esta forma, la economía creció un 0,4% en tasa intertrimestral entre enero y marzo, frente al 0,3% que se había planteado inicialmente, y un 0,9% en tasa interanual, frente al 0,8%.
El consumo se contrae
La desaceleración de la economía española en el segundo trimestre del año se debió, sobre todo, al mal comportamiento del consumo de los hogares. En concreto, el gasto en consumo final de los hogares pasó del 0,7% del primer trimestre al -0,2% registrado entre abril y junio, siendo negativo por primera vez desde el primer trimestre de 2010.
El INE explica el desfavorable comportamiento interanual del consumo privado en que la comparación se realiza con un periodo en el que se alcanzó el máximo del ciclo del gasto de las familias, que anticiparon decisiones de compra ante la subida del IVA en julio de 2010.
Aún así, señala que la remuneración de los asalariados, principal recurso de los hogares para afrontar el gasto en consumo, siguió cayendo en el segundo trimestre (0,5%) y a mayor ritmo que en el primero.
En comparación trimestral, el consumo de los hogares repuntó seis décimas entre abril y junio.
También contribuyeron a la ralentización el descenso del gasto de las administraciones públicas y el retroceso de la inversión en capital fijo, que cayó un 6,7% y volvió al nivel de caída que registraba hace un año, por el descenso de la inversión en construcción (9,3%) y en bienes de equipo (3,7%). La inversión empresarial volvió a caer por primera vez desde el primer trimestre de 2010.
El sector externo salva las cifras
En el otro lado de la balanza, y lo que ha hecho que se mantenga el crecimiento, es la positiva aportación del sector externo, que duplicó su contribución al PIB (de 1,3 a 2,6 puntos), lo que permitió compensar el lastre de la demanda nacional sobre la economía española (que fue de -1,9 puntos frente a los -0,6 del trimestre anterior).
La mayor contribución del sector exterior se explica sobre todo por el descenso de las importaciones (1,7%), en tanto que las exportaciones siguieron creciendo (8,4%), aunque con menor intensidad que el trimestre precedente.
Se destruyen 172.000 empleos
Según los datos ofrecidos por el INE, en los últimos doce meses se redujeron 172.000 empleos netos a tiempo completo en un año. Solo se crearon puestos de trabajo netos en el sector servicios. Todas las demás destruyeron empleo, siendo especialmente importante en el caso de la construcción, con un descenso del 10%.
El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, reduce su crecimiento negativo interanual en cuatro décimas, hasta situarse en el -1,0%. El número de horas efectivamente trabajadas por las personas ocupadas se redujo el 1,7%, en tanto que la diferencia entre esta caída y la de los empleos equivalente a tiempo completo (1%) se explica por el descenso del 0,7% de la jornada media.
A tenor de los datos del PIB y del empleo, la variación anual de la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente descendió siete décimas, hasta el 1,7%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada aumentó del 0,5% al 2,4%.
La bajada de la remuneración de los asalariados aumentó una décima (0,5%), ya que el salario medio subió dos décimas, pero el número de asalariados cayó siete décimas.
Por otra parte, el PIB valorado a precios corrientes avanzó una décima su crecimiento interanual, hasta el 2,8%.