Suiza fija un cambio mínimo de 1,20 francos por euro para evitar su revalorización excesiva
- El Banco Nacional Suizo no quiere que un franco fuerte afecte a su economía
- No descarta ninguna medida para evitar que su moneda se fortalezca más
El Banco Nacional Suizo (BNS) ha anunciado que el franco tendrá un tope de cambio mínimo frente al euro de 1,20 para evitar que el fortalecimiento de la divisa suiza frente a la moneda única europea perjudique a la economía nacional. Desde hace unos meses, el franco suizo (junto al oro o el bono alemán) se ha convertido en un valor refugio para los inversores, temerosos por la volatilidad de las bolsas, que este lunes vivieron una jornada negra.
"Desde hoy, el BNS no permitirá un cambio inferior a 1,20 francos por euro en el mercado de divisas", ha afirmado el BNS en un comunicado en el que ha expresado su disposición a hacer valer esta medida "con toda la determinación requerida", sin descartar la compra de euros.
El instituto monetario emisor suizo ha subrayado que el sobrevalor actual del franco suizo es "extremo" y manifestó que constituye "una grave amenaza para la economía suiza", que se ha devaluado sensiblemente minutos después de que el BNS anunciara su medida.
El franco suizo rozó la paridad con el euro
La decisión del BNS recoge parcialmente las peticiones planteadas desde hace meses por los distintos agentes económicos y sociales, preocupados por el efecto negativo del fortalecimiento del franco. Hace 10 meses, en noviembre de 2010, el euro se cambiaba a 1,37 francos suizos, pero ambas divisas rozaron la paridad a mediados de agosto, lo que desató todas las alarmas económicas en Suiza.
El Gobierno decidió emprender entonces un programa de estímulo económico, con inyecciones de liquidez destinadas al sector turístico y de la exportación, los más afectados por la revalorización del franco, y el euro volvió a una horquilla de entre 1,10 y 1,15 francos.
No obstante, la incertidumbre en la zona euro ante la crisis de la deuda soberana en varios países, que hace temer por nuevas caída de la moneda única europea, hicieron reaccionar a las autoridades monetarias suizas con una medida inédita desde hace décadas.